Viviendo una Vida Que Honra a DiosMuestra

Sacrificios Espirituales

Antes de que Cristo Jesús viniera como el sacrificio definitivo que murió en lugar de los humanos pecadores, la gente debía traer sacrificios. Ofrecían animales como expiación por sus pecados. Esto ya no es necesario, ya que Jesús se ofreció a Si mismo por todos.

Entonces, ¿a qué se refiere el apóstol Pedro cuando dice que los creyentes son sacerdocio santo y deben ofrecer sacrificios espirituales? Dos versículos del libro de Hebreos nos puede ayudar. "A través de Él [Cristo Jesús] podemos ofrecer un sacrificio constante de alabanza a Dios, eso es, fruto de labios que reconocen Su nombre. No dejen de hacer el bien y compartir lo que han hecho, porque esos sacrificios agradan a Dios." Esos sacrificios de los que Pedro habla, no son una expiación por los pecados sino un ofrecimiento de alabanza y una expresión de gratitud.

En la carta de Pablo a la iglesia en Roma, esta idea es reformulada con más fuerza: somos llamados a "ofrecer nuestro cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es nuestro sacrificio espiritual" (Romanos 12:1). Debemos dedicarnos completamente al Señor.

Tu vida ¿honra a Dios?