Aferrada a AmarteMuestra

  Día 2: Amor inalterable

Cuando decidí entregarle mi vida a Dios, también le entregué mis miedos, mis cargas y todo lo que no me permitía acercarme y servirle como él merece servirle y amarle. Aprendí que amarlo no es un sentimiento, es una decisión porque los sentimientos van acompañados de emociones y no podemos responder a un amor tan genuino y sincero con nuestras emociones. No son suficientes, no son suficientes. Dios nos ama con amor eterno y nos ofrece la oportunidad de acercarnos con confianza a través de su Hijo, Jesús. Decidir amar a Dios y buscar una relación íntima con él requiere cambios que dependen de nuestro carácter porque hay cambios que dolerán y hay cosas y personas de las que debemos alejarnos. A medida que se acerque a Él cada día con confianza, experimentará que hay gozo, paz, gozo y libertad. He aprendido que debemos elegir amar a Dios con amor inmutable. Es una decisión que no debe ser sacudida ni interrumpida por las circunstancias, ni por el tiempo, ni por ninguna persona o cosa. El amor inmutable permanece. Vivimos aferrándonos a amarlo con decisión. ¡Amémoslo con amor inmutable!