La virtud de la pacienciaMuestra
Siguiendo ejemplos de paciencia – parte I
Santiago les dice a sus lectores que sufren injusticias que sigan los ejemplos de paciencia de los héroes del A.T.
Tomad como ejemplo de aflicción y paciencia a los profetas
Los profetas del Antiguo Testamento soportaron aflicciones, pero practicaron la paciencia, y, finalmente, prevalecieron.
Con frecuencia los profetas descubrieron que el pueblo israelita se rehusaba a prestarles atención e insistían en continuar en sus malos caminos. Sin embargo, a pesar de aquella actitud de no responder favorablemente, profetas como Isaías, Jeremías y Miqueas sirvieron fielmente por décadas.
Entre estos profetas, Jeremías se destaca como alguien que soportó los malos tratos con paciencia. Jeremías ejerció el ministerio profético por unos 40 años, profetizando a un pueblo contumaz y rebelde. Pero Jeremías no se rindió, a pesar de los obstáculos, sin bien como hombre tuvo sus caídas.
Jeremías tuvo paciencia en el sufrimiento y la persecución. Fue acusado falsamente, calumniado, burlado, despreciado, odiado, amenazado de muerte muchas veces (Jer. 26:8-11), echado en cárcel en pozo cenagoso (Jer.38:6), se le azotó y puso en el cepo (Jer. 20:2,3,7,8), arrestado bajo la falsa acusación (Jer. 37:11-16,20,21) fue puesto en prisión (Jer. 32:2), tuvo confrontaciones con falsos profetas (Jer. 28:1-4); pero aun así persistió en su ministerio.
Verdaderamente, Jeremías sufrió mucho mal a manos de sus coterráneos. Pero continuó ejerciendo con paciencia, sin amargarse para con ellos. Por ejemplo, después que el rey Sedequías lo hubo entregado a los príncipes que querían matarlo, el profeta mostró interés en el bienestar de aquel débil monarca. Jeremías le rogó: “Obedece, por favor, la voz de Jehová en lo que te estoy hablando, y te irá bien, y tu alma continuará viviendo.” (Jer. 38:20).
Jeremías tuvo paciencia cuando todo se perdió. Jerusalén ha caído, un pequeño remanente se le lleva a Egipto y aun les sigue avisando, pero el pueblo se afinca en su idolatría (Jer. 44:15-18). Aun cuando no le creen, les da una señal visible para que se despierten (Jer. 44:27). Nunca se dio por vencido.
Escrituras
Acerca de este Plan
La paciencia es una de las virtudes más valiosas de la vida cristiana. Implica constancia, perseverancia y dominio propio. Es la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y dificultades con fortaleza, templanza y firmeza. También incluye una dosis de serenidad en medio de la dificultad. La paciencia no es una simple espera pasiva o una gentil tolerancia. Es fuerza concentrada, y no un simple esperar.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/