Claridad en Eventos DesafortunadosMuestra

Claridad a través de Eventos Desafortunados

Antes del hecho, el tema del 2020 fue “Visión 20/20” o “Visión Perfecta” por miles de iglesias en el movimiento cristiano en todo el mundo. Independientemente de la afiliación denominacional u organizativa, los lemas fueron muy esperados y circularon mucho. Supongo que miles de millones de creyentes entraron en el año 2020 esperando que fuera otro año de gran realización tanto personal como profesional, secular y espiritual. Terminó siendo un año más simplemente recorriendo los caminos de un tema, solo para finalmente llegar a un callejón sin salida demasiado familiar y sucumbir al patrón desafortunado de los temas pasados: volverse irrelevante y ya no ser una fuerza impulsora para el fin del primer o segundo trimestre.

Se puede asumir, teniendo en cuenta la reacción global a la pandemia, que ninguna persona tenía un itinerario preciso para el incierto, sin incidentes y aburrido año que ha sido el 2020:

Millones de muertes relacionadas con COVID (y contando al momento de escribir este devocional) han sacudido al mundo y han provocado el cierre de países, el cierre de establecimientos educativos, el cierre forzado de casas de adoración, el impacto económico de un número récord de pérdidas de empleo, recuperación de hogares y automóviles, intentos de suicidio, agitación política, aumento de las tensiones raciales y disturbios civiles. Independientemente de nuestras creencias o teorías sobre Covid-19 y sus orígenes, es innegable la marca indeleble que esta pandemia ha dejado en el planeta Tierra.

La peste y el hambre han cubierto nuestra tierra como lo profetizó nuestro Señor y Salvador, Jesucristo (Lucas 21:11). Este año, como parece, ha sido un año de perpetuo desánimo, derrota y decepción–tal vez incluso anunciado como una versión de no ficción de la “serie de eventos desafortunados” (digno de 2020), por así decirlo. Pregúntale a cualquier persona sobre lo que más espera para el final del año y es muy probable que su respuesta sea algo como esto, "...listo para que termine!"

Cuando miro hacia atrás al 2020, pienso en Job, quien también soportó un año de eventos desafortunados: la muerte de todos sus hijos en un solo día, ataques sin precedentes a su salud, ruina financiera, el desánimo y el desprecio de amigos cercanos, y animado por su esposa a denunciar a Dios. Fue en este año que Job recordaría su mortalidad y su mayor dependencia de las misericordias y la gracia del Dios Todopoderoso. Se podría afirmar que, como Job, el 2020 ha hecho que nosotros (especialmente los creyentes) consideremos lo mismo. Señala el muy poco control que realmente poseemos en nuestro peregrinaje por la tierra.