Soy una lámpara que alumbra tu caminoMuestra

Los primeros días del tiempo de formación de la Iglesia fueron complicados y los que se dedicaban a proclamar el Evangelio llevaban una vida con limitaciones y persecución de parte de los que no aceptaban que Jesús al que crucificaron era el Mesías. Aún con todas esas dificultades Pablo y sus acompañantes no desistieron en visitar las sinagogas y enseñar acerca de Jesús y su resurrección. 

Y mira qué importante la actitud de los que estaban recibiendo el mensaje. Leían la Biblia para saber si era cierto lo que enseñaba y por supuesto que era cierto. Cada detalle de la vida de nuestro Señor Jesús podía ser comprobado con el anuncio hecho por algunos de los profetas. La Biblia les daba seguridad. La enseñanza en la Iglesia no puede ser capricho de hombres modas o tradiciones. Cuando escuches una enseñanza puedes ir con toda libertad a la palabra de Dios y confrontar si lo que se te ha dicho es cierto. Asegúrate de estar siendo alimentado espiritualmente con lo correcto. Pero además podemos ver que había dos tipos de personas los que escuchaban y los que alborotaba. Espero podamos estar siempre entre los que buscamos a Dios con sinceridad y procuramos el bienestar de los que dedican su vida a proclamar la palabra de Dios.