Ausencia de pazMuestra
Paz para el futuro
A menudo sentimos falta de paz cuando no reunimos todas las piezas del plan de nuestra vida. Cuando no sabemos el desenlace de cierta situación, o cuando sentimos que no podremos tener control de los resultados, nos preocupamos. Sin embargo, podemos encontrar paz dentro de una nueva perspectiva.
No sabemos personalmente lo que el futuro tiene para nuestras vidas, pero sabemos cómo termina el futuro colectivamente —con Jesús llegando a convertir todo lo malo en bueno. Aquí hay un vislumbre de Apocalipsis 21:
“El les enjugará toda lagrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir”. El que estaba sentado en el trono dijo: “¡Yo hago nuevas todas las cosas! “ Apocalipsis 21:4-5 NVI.
Ese conocimiento guarda nuestros corazones con paz a pesar de cualquier prueba que sobrevenga, porque sabemos que al final, Dios es el triunfador.
Jesús nos lo recordó en Juan 14 cuando dijo a Sus discípulos que no debían preocuparse acerca de dónde estaba yendo porque estaba preparando un lugar para ellos en casa de Su Padre. Entonces, podemos tener paz en el presente por nuestro lugar en el futuro.
Esto no significa que esperemos pasivamente la eternidad sin hacer nada en la tierra. Por el contrario, tenemos una paz que nos impulsa hacia la acción —traer el Reino de Dios siendo pacificadores, compartiendo nuestra fe, amando a los demás, sirviéndoles y usando nuestros dones para Su gloria. Al hacerlo, estamos trayendo la paz de Dios —plenitud— a un mundo en crisis.
Enfócate en esta desafiante oración de Pablo acerca de cómo esperar el regreso de Jesús:
Que Dios mismo, /em>el Dios de paz,los santifique por completo, y conserve todo su ser —espíritu, alma y cuerpo— irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 1Tesalonicenses 5:23 NVI
Al buscar las maneras de encontrar la paz perdida de tu vida, recuerda que la verdadera paz viene solamente de Dios. Él es el Único que puede tomar nuestra debilidad y crear algo nuevo. Al buscarlo, considera cómo compartir Su paz con los que te rodean.
No nos pueden robar la paz. La paz es una Persona. Su nombre es Jesús. Al celebrar Su nacimiento recordemos que esperamos Su retorno. Esperamos con propósito y paz, sabiendo que nuestro Dios es fiel. Él es bueno. Él es la paz perdida que nuestras almas y nuestro mundo necesitan para estar completos.
Ora: Dios, gracias por enviar a Jesús como nuestra paz. Lléname de Tu gozo y paz al confiar en Ti; hazme más como Tú mientras espero Tu retorno. Hoy descargo todas mis preocupaciones sobre Ti sabiendo que todas ellas te importan y que sólo Tú puedes llevarlas totalmente. Guíame a ser un pacificador y muéstrame cómo traer más de Tu Reino a la tierra. En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan
¿Es realmente posible experimentar paz cuando la vida es dolorosa? La respuesta corta: sí, pero no en nuestra propia fuerza. En un año que nos ha dejado abrumados, nos han quedado muchas preguntas. En este Plan bíblico de 7 días, que acompaña a la serie de mensajes del pastor Craig Groeschel, descubriremos cómo hallar la paz perdida que todos anhelamos.
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