Tendencias: Como Salir AdelanteMuestra

 ¿Cuál es el lugar más cómodo donde alguna vez dormiste una siesta? ¿Tu cama? ¿El sofá? ¿Rodeado de almohadas y mantas cómodas? ¡Estar rodeado del amor de Dios puede sentirse casi igual! Es un espacio cálido, acogedor y seguro. Un lugar donde nunca tendrás que sentirte solo. Cuando experimentas el amor de Dios, puedes compartir ese mismo sentimiento con quienes te rodean. Piensa en alguna persona que podría estar pasando por un momento difícil. Alguien que podría necesitar sentirse rodeada de amor. Así sea un mensaje alentador, un pequeño regalo sólo porque sí, o simplemente tomarse un momento para pasar el tiempo con ella, imagina qué le demostraría ese tipo de amor. Después, ¡haz un plan para hacerlo esta semana!