Activa Tu MenteMuestra

El primer canal por el que podemos activar la mente es el deseo. Este concepto ha sido ampliamente rechazado ya que se relaciona en primera instancia con los deseos de la naturaleza pecaminosa, ya sean los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida. Pero también es verdad que el Espíritu Santo produce un deseo ferviente en nuestro corazón cuando desea hacer algo en nuestras vidas. Filipenses 2:13 NVI dice: “Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad”. Aquí, el querer no es otra cosa que el deseo. A esta altura, ya estamos en condiciones de revelar que la visión es el sueño que Dios nos concede, mientras que el deseo es la respuesta del hombre hacia esa visión. Por lo tanto, piensa diferente. Piensa en positivo. Piensa en grande. Piensa creativamente. Piensa sin límites. Piensa simple. Piensa dos veces. Visualiza la meta, no el proceso. Define un plazo de tiempo que el Señor hará posible lo imposible. Al fin de cuentas, se trata de Él, no de ti. “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.” (Salmo 37:4 NTV). “Cumple los deseos de quienes le temen; atiende a su clamor y los salva.” (Salmo 145:19 NVI).