Alumbrando a TodosMuestra
Testigos de su gracia
Cristo en nosotros es Luz y Él quiere que su Luz ilumine este mundo. Él ha decidido, en su infinita soberanía, que su Luz llegue al mundo a través de sus hijos. Por tanto, cuán importante es que nuestra vida irradie su luz no sólo con nuestras palabras sino con nuestras obras. Esto es lo que el Señor Jesús quiere de nosotros.
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Juan preparó el camino del Señor, llamó al arrepentimiento, profetizó acerca del Espíritu Santo, bautizó en las aguas a los arrepentidos, identificó y presentó al Cordero de Dios, señaló el pecado, no se glorificó a sí mismo, dirigió a las personas a Jesús, así como todas aquellas cosas que hizo y dijo que no están registradas en la Palabra.
Jesús resume su vida diciendo: “Él era antorcha que ardía y alumbraba.” ¡Qué palabras admirables sobre una persona dichas por el Maestro! Lo maravilloso es que Jesús espera que todos sus hijos también lo seamos. De ahí sus palabras: “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.”
Una antorcha apagada no rinde ningún servicio, tampoco una que está escondida. Dios quiere que seamos antorchas que ardamos y alumbremos. Qué lamentable cuando el temor, la vergüenza, la solidaridad con el mundo tiende un manto sobre la luz del creyente.
Cuán peligroso y dañino, es el pensamiento que el enemigo lleva tiempo sembrando en algunos acerca de la iglesia. Hablo de las pretensiones diabólicas de que la iglesia tiene que adaptarse al mundo para que el mundo pueda venir a la iglesia. Un pensamiento que se ha venido arraigando en el pueblo de Dios y que ha ido cobrando fuerzas a medida que se le ha ido abriendo la puerta a ese plan de las tinieblas.
Falso, completamente falso. Dios ha llamado, salvado, santificado a sus hijos para que sus hijos sean sus testigos. Él quiere que seamos testigos de su gracia, de su amor, de su misericordia, de su santidad. El mundo no necesita más mundo, el mundo necesita a Cristo.
Padre amado, líbranos de ser engañados por el plan del enemigo para que nos asemejemos al mundo en aras de conquistarle para el reino de Jesucristo. Ayúdanos a parecernos cada vez más a ti de manera que seamos la luz que tú nos has llamado a ser.
Escrituras
Acerca de este Plan
Los cristianos tenemos ante nosotros el divino llamado de Dios a ser luz en medio de las tinieblas. Es la más importante de nuestras misiones. ¿Cómo lo hacemos? ¿De qué manera podemos ser para este mundo la luz que pueda alumbrarle, para que los que no le conocen puedan volver sus miradas a Dios? Este plan nos ayudará a contestar estas preguntas, a la luz de la Palabra de Dios.
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Nos gustaría agradecer a Grettchen Figueroa por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://facebook.com/GrettchenStage