Mejores decisiones, menos remordimientosMuestra

A veces, de hecho más veces de las que quisiéramos reconocer, una de las opciones que estamos considerando despierta un poco de tensión dentro de nosotros. Algo acerca de la decisión nos incomoda un poco. Algo no se siente del todo bien. Nos detiene. Nos inquieta. Nos hace dudar. Y, muchas veces, no tenemos idea por qué.

Los expertos a veces se refieren a esto como momentos de bandera roja, un sentir interno que dice “No estoy seguro por qué, pero hay algo que no se siente bien.” Cuando sucede esto, mereces y necesitas detenerte y prestar atención a la tensión que hay.

No lo ignores.

No le restes importancia.

Detente y pregúntate, “¿Qué es lo que me incomoda?”

Ese titubeo interno, esa bandera roja, muchas veces es la manera en que Dios nos hace cambiar de dirección. Las personas sometidas a Dios no intentan jugar a ser Dios. No predicen los resultados. Más bien, se someten. Obedecen. Le siguen. Más que cualquier otra cosa, quieren poder recostarse en su cama en la noche sabiendo que todo está bien entre ellos y su Padre Celestial. Y así debe ser. A mi papá le encanta decir, “Dios toma responsabilidad total por las vidas totalmente rendidas a Él.” 

Así que, presta atención a la tensión. Si no lo haces, posiblemente despiertes al otro lado de la decisión deseando poder regresar y deshacer lo que hiciste.

Si hay algo dentro de ti, algo que no logras identificar por completo, o posiblemente algo que alguien mas ha identificado que te incomoda acerca de la decisión que estás considerando, detente y presta atención. Esa tensión posiblemente sea la manera en que Dios desea protegerte. Puede ser Su manera de prevenir que tomes una decisión que luego se convertirá en un remordimiento. Cada vez que tomas una decisión, especialmente una decisión que te toma por sorpresa, pregúntate, “¿Hay una tensión que merece mi atención?” No la ignores. No le restes importancia. Permite que te incomode hasta que sepas por qué te incomoda.