Encontrando El CaminoEjemplo

Hoy tú puedes tomar una decisión que va a cambiar el rumbo de tu historia para siempre. Hoy puedes entender, creer y decidir vivir algo que te llevará de lo ordinario a lo extraordinario. Has escuchado que Jesús murió por tus pecados, que existe una lucha espiritual, que este mundo es pasajero y que nos espera una vida eterna. Ahora quiero preguntarte, ¿realmente lo crees? ¿Realmente hay una convicción en tu corazón de que esto es verdad?

Cuando nuestra fe y esperanza no están realmente en Jesús, seremos distraídos por mil y una cosas que ocurren a nuestro alrededor. Puedo ser la primera en admitir que una de las razones que me tomó muchos años para genuinamente poderle rendir mi vida y mis sueños a Dios es porque mi mirada estaba en las cosas de este mundo, en la aceptación, aprobación, validación, fama y éxito. Eso me cegaba totalmente del valor que Dios ya me había dado y de las maneras que quería usar mi vida de manera extraordinaria para Su reino.

Si tu búsqueda de identidad y propósito están basados en la satisfacción propia, darás miles de vueltas en tu vida sin lograr satisfacer eso dentro de tu corazón. Vivir con propósito significa vivir bajo Su voluntad. Tu propósito no es tuyo, es el propósito del Creador en tu vida. Si realmente anhelas con todo tu corazón vivir en Su identidad, propósito y llamado entonces predica el evangelio como nos lo manda en Mateo 28:18-20. Una vez que tú y yo hemos recibido ese regalo maravilloso del que hablábamos debemos llevar esas mismas buenas nuevas. No como una tarea que odias y tienes que hacer, sino que como el mensaje que ha transformado tu vida con poder y tienes ahora la oportunidad de llevarlo a otras personas. ¡Ese es tu gran llamado!

Aunque el llamado es el mismo para todos los creyentes, éste se vive de maneras distintas pero eso no lo sabrás hasta que empieces a predicar. Tenemos un Dios extremadamente creativo que no se limita a nuestros estereotipos o reglas. Él no usa el mismo molde para establecer los propósitos para cada uno de Sus hijos, sino que obra diferente en ellos según Su voluntad. Ya tienes las verdades fundamentales para tu identidad, llamado y propósito, ¿los comenzarás a vivir?