Todo lo que necesitoMuestra

Debido a que Dios va delante de nosotros y nos da su protección desde la retaguardia, Él ya tiene resueltas nuestras batallas. Ya tiene cubierto el lado vulnerable. No le sorprenden los imprevistos. Cuanto más intentemos blandir la espada de la batalla y dirigir el ataque sin Él, más lucharemos y nos cansaremos. Él se adelantó a nosotros y nos aseguró la medida exacta de salvación que necesitamos. La porción exacta que fue diseñada para nosotros.

Literalmente, no hay nada mejor que la porción que aseguró para tu vida, porque tu porción otorgada por Dios es para ti y solo para ti. Tu porción te proporcionará plenitud y abundancia, pero no así a tu vecino. Del mismo modo, la porción de tu vecino no es necesariamente de la misma marca y modelo que tú necesitas. Es en la porción medida y perfecta de Dios que lleguas a estar plenamente consciente y plenamente vivo. 

Dios quiere darte Su porción para tu vida. No se dedica a retener los buenos dones, sino a perfeccionarlos. Si le pides pan, no te dará una piedra... ¡así que pide!. Está deseoso de que disfrutes de la porción, de la medida que es maravillosa y exclusivamente tuya.

Solamente evita ir a pedirle con una noción preconcebida de lo que es esa porción.  

Cuando nos adelantamos a Dios y desarrollamos nuestros propios sueños y metas sin alinearnos a Su propósito, es cuando nos encontramos tremendamente decepcionados.

Recuerda hoy que Él es TU porción, que tiene un regalo cuidadosamente medido que ha sido comprado para ti con mucho esmero. Jesucristo se esforzó por ti. Trabajó por ti. Resistió por ti. Derramó Su sangre por ti. Murió por ti. Pero lo más importante es que no solo se limitó a tomar todas tus batallas sobre Sus hombros, sino que derrotó todas y cada una de las cosas que te amenazaban para que puedas vivir a plenitud.

Dios es todo lo que necesitas. Ayer, hoy y siempre.

Y toda esta charla sobre la porción me está dando hambre. Me voy por una galleta.

Reflexión:

• ¿Cuál es la diferencia entre desear algo y necesitar algo? Veo este ejemplo como un pastel de chocolate. Lo deseo todo el tiempo, pero realmente no lo necesito. ¿Crees que la porción que Dios tiene para ti se basa más en el deseo o en la necesidad? Lee Mateo 6:26-33. ¿Qué te está diciendo Dios a través de Sus Palabras en estos versículos?
• Para conocer la porción de Dios se requiere que nos acerquemos a Él, que leamos Su Palabra y que busquemos Su presencia. ¿Cómo lo estás haciendo hoy día?