¡Ponte en Acción!Muestra

¡Identifica la necesidad y actúa!

Nehemías era un hombre judío que vivía en Susa capital del reino Persa, Nehemías era el copero del rey Artajerjes.

Esta era una posición muy privilegiada en ese tiempo ya que quien sirviera el vino al rey, debía ser una persona totalmente confiable por las constantes conspiraciones dentro del reino.

Un día, uno de sus hermanos junto con algunos varones, fueron a ver a Nehemías quien les preguntó por los judíos y por Jerusalén; ellos le contaron de la afrenta y el gran mal en el que estaban los judíos y que la ciudad de Jerusalén había sido quemada y destruida.

Entonces Nehemías lloró, ayunó y oró a Dios por algunos días, pidiendo perdón por sus pecados y los de su pueblo, además pidió gracia para presentarse al rey y pedirle que le permitiera ir a Jerusalén para reedificarla.  

Nehemías también pidió cartas al rey para que los gobernantes de otras ciudades le dejarán llegar hasta Judá  y el guarda del bosque le diera madera para reconstruir las puertas y muros de Jerusalén.  

El rey le concedió a Nehemías todo esté bien, según la benéfica mano de Dios sobre él.

A nuestro alrededor hay un sin fin de necesidades en las que Dios desea obrar, sólo es cuestión de identificarlas, sentir la carga y orar a Dios con todo nuestro corazón pidiendo su ayuda. 

¡No sólo veas la necesidad, ACTÚA! 

Dios te usará como usó a Nehemías, solo tienes que orar para ver la mano benéfica de Dios sobre las necesidades y seas de ayuda y bendición para muchos.