Compartiendo tu feMuestra
Apelar al intelecto
Uno de los aspectos más difíciles de compartir nuestra fe es cuando conocemos a alguien que no cree en Dios porque no puede verlo. De hecho, muchas personas muy inteligentes luchan por poner su fe en algo que no pueden ver. Prefieren confiar en su propio intelecto y en las cosas en las que realmente pueden confiar.
Si has leído alguna parte del Nuevo Testamento, entonces es probable que hayas leído algo que fue escrito por el apóstol Pablo. Él era bien educado, muy inteligente e incluso una vez persiguió a las personas que creían en Jesús. La Biblia no dice esto con certeza, pero con todas las credenciales atribuidas a Pablo, es probable que fuera un judío arrogante y sabelotodo. Pero en un día poco probable, cuando Pablo seguía amenazando la vida de los cristianos, él fue transformado.
Mientras se acercaba a Damasco en su viaje, de repente una luz del cielo brilló a su alrededor. Cayó al suelo y escuchó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" "¿Quién eres, Señor?" preguntó Saulo. “Yo soy Jesús, a quien tú persigues”, respondió. “Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer” (Hechos 9:3-6 NVI).
Pablo pasó de oprimir y acosar a los cristianos a animarles y enseñarles. Durante años había escuchado la verdad acerca de Jesús, pero decidió rechazarlo porque esto no concordaba con todo lo que había aprendido en su vida. Pero en este día, ninguna cantidad de intelecto podría explicar su experiencia con Jesús en ese camino polvoriento.
Este método de evangelización, en el que apelamos al intelecto de alguien, no será para todos, pero será atractivo para algunos. Quizás simplemente no sentimos que sabemos lo suficiente como para recorrer este camino intelectual. Incluso si ese fuera el caso, todavía podría haber un momento en el que Dios coloque a alguien en nuestro camino que tenga una gran cantidad de preguntas, y muchas de ellas son para las que no pareces tener las respuestas.
Dediquemos un tiempo a aprender cosas nuevas acerca de nuestro Dios asombroso, de modo que estemos preparados con las respuestas a las preguntas que se nos puedan hacer. También podemos leer libros y aprender sobre hombres y mujeres que llegaron a conocer a Cristo de una manera más intelectual. Algunas personas con las que nos encontramos no creerán en nada hasta que lo entiendan completamente. Y aunque no podemos cambiar sus corazones, podemos estar listos para compartir lo que sabemos y confiar en que Dios hará el resto.
No lo sabremos todo, pero podemos pedirle a Dios sabiduría que Él está listo para darnos. A medida que aprendemos cosas nuevas, Dios puede usarnos para llevar la verdad llena de gracia a alguien en el momento en que menos lo esperamos.
Escrituras
Acerca de este Plan
Cuando nos convertimos en seguidores de Jesús, comenzamos un viaje de crecimiento de por vida. Una parte del crecimiento de nuestra fe es aprender a compartir las buenas nuevas acerca de Jesús con otras personas. En este Plan de 5 días, aprenderemos cómo compartir la esperanza y la paz que tenemos en Cristo, ¡y cómo eso podría cambiar la vida de alguien!
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