Dios Es...Muestra

  

Día 3

Experimento el amor de Dios

Permitámonos experimentar el amor del Padre en nuestras vidas, Dios todo el tiempo nos comunica que nos ama, pero está en nosotros el abrir nuestro corazón y estar expectantes de la forma en que nuestro Padre nos lo hace saber. A veces es al concedernos favor en situaciones complicadas, otras veces lo experimentamos con el abrazo de un familiar o un amigo, también lo sentimos al leer palabras de afirmación a nuestras vidas. 

Medita en todo lo que ha sucedido en lo que va de tu semana y que te haya permitido sentir el amor de Dios. Te aseguro que después de esto, tu perspectiva tomará la posición adecuada, pues cuando nos sentimos amados, podemos contemplar el amor de Dios. 

Cuando experimentamos el amor de Dios somos capaces de afrontar la vida con una actitud de seguridad y alegría porque sabemos que estamos envueltos por el amor perfecto de nuestro Padre, quien siempre hará obrar todo para bien. 

Profundicemos en su amor, en el Antiguo Testamento la palabra amor se traduce del hebreo ahavah. Específicamente en Deuteronomio 7 podemos leer que Dios nos eligió por causa de su ahavah, lo que quiere decir que Dios no decidió amarte porque te portaste bien; sino que la razón de amarte está en el mismo carácter de Dios, podríamos simplemente decir que “Dios te ama porque te ama”. De hecho, es la razón de que Jeremías haya descrito con tanta seguridad al amor de Dios como “eterno”, Jeremías conocía que su amor es, fue y será.

Me encanta pensar en el amor de Dios, su amor es eterno, es una realidad eterna, Dios no te ama porque sea su deber, te ama porque es un sentimiento genuino que Dios experimenta hacia ti y su creación.

Su amor es también acción, y qué mejor acontecimiento para meditar en su amor, que la Cruz. Jesús el Hijo de Dios fue enviado por su Padre a vivir como mortal para después sufrir la peor de las humillaciones al morir en una Cruz. Medita y contempla el amor eterno de Dios por ti.

Oración:

Jesús, gracias por tu amor eterno y porque te interesa que yo me sienta amado. Hoy decido creer esta verdad y te pido que me concedas ver tu amor en cada circunstancia pues sé que esto tiene el potencial de darme la seguridad que necesito para afrontar la vida, para recibir tu afirmación acerca de quién soy ante tus ojos, en el nombre de Jesús, amén.