Ya no amo a mi cónyugeMuestra

El matrimonio no es solo atracción

¿Recuerdas el día que conociste a tu cónyuge? Seguramente tenías mariposas en el estómago. ¿Qué hay de tu primera cita? Pensaste: «¡Podemos hablar todo el tiempo!». Seguramente te quedaste despierto hasta la madrugada pensando en tu amada. Pensaste: «Es la persona más atractiva que he conocido». Posiblemente asumiste que siempre te sentirías así.

Entonces, te casaste. Al principio, todo era romántico y divertido. Pero vivieron una larga vida juntos. Tuvieron hijos. Cada uno envejeció un poco y, tal vez, ganó algo de peso. Lo siguiente que sabes es que se fue la atracción que tuvieron al principio. No hay más mariposas. Sientes que has perdido ese primer romance. ¿Eso significa que ya no se aman? ¿Deberían el marido y la esposa seguir en una relación si sienten que ya no hay atracción? ¿Se acabó el amor? 

No, porque el amor no solo es atracción. Es más que eso. Va más allá. El amor es compañía. Es una relación, una amistad. Algunos días, es posible que aún sientas las mariposas en el estómago. Otros días, puede que no. Pero necesitas recordar que tu cónyuge es tu mejor amigo. Han construido una vida juntos. Tienen valores y objetivos mutuos. Esa es la esencia de tu amor. Por supuesto, esto no significa que tenga que ser aburrido. Si sientes que las llamas de tu amor están disminuyendo, necesitas recordar lo que te atrajo de tu cónyuge en primer lugar.

Recuerda las cualidades del otro de las que te enamoraste al principio de la relación. Recuerda las cosas que amabas hacer junto con él. Invita a tu cónyuge a una cita. Hagan algo que disfruten  juntos. Diviértanse juntos otra vez. Al hacer esas cosas, reavivarás el romance inicial. A veces, la vida se mete en el camino de nuestros sentimientos o nuestros sentimientos pasan de la atracción inicial a un amor más profundo. Las parejas casadas no deben darse por vencidas en ninguno de los casos. El matrimonio es para toda la vida.