Meditación que da pazMuestra

Día 5: No reprimas tus emociones, entrégaselas a Dios.

Nuestro corazón normalmente va a mil por hora; toma un tiempo para respirar profundamente y preguntarte ¿qué es lo que más me está preocupando en este momento? 

Entrega cada carga a Dios por más mínima que pienses que es. No reprimas tus emociones, aprende a entregárselas a Dios. Muchas veces preferimos reprimir, olvidar y negar, diciendo que “no pasa nada” y la verdad es que a veces sí está pasando. El aceptar que algo está pasando permite que Dios nos hable y permite que empecemos un proceso de sanidad.

A veces no entendemos cómo nos estamos sintiendo o qué está sucediendo. Así como cuando vamos al doctor y empieza a hacernos preguntas, así preguntémonos: ¿por qué nos estamos sintiendo así?, ¿qué está sucediendo? Esas preguntas nos ayudan a revisarnos y saber en qué área de nuestras emociones necesitamos a Dios.

Tenemos que aceptar cuando nos sentimos tristes, un claro ejemplo son los salmos que David escribía, él se quebrantaba delante de Dios para que cambiara su tristeza en baile.

Si quiero descansar en Jesús tengo que confrontarme, aceptar cómo me siento y soltarlo. Entender que la paz de ayer no me servirá hoy, todos los días tienen diferentes afanes. Necesitamos correr a Dios a diario. Él es nuestra protección y nuestra paz, guarda nuestra mente y corazón. Tenemos que correr a él, correr a esa protección.

Oración:

Dios, tú eres mi protección y quien cuida de mí. Acepto que tengo situaciones que me afligen sin embargo decido creer en ti y correr a ti. Guarda mi mente y mi corazón, ayúdame a reconocer tu voz y diferenciarla de la voz de este mundo. En el nombre de Jesús, amén.