PROBADO EN BATALLAMuestra
LAS ARMAS DE NUESTRA BATALLA
"La anarquía está en el exterior. El miedo se apodera de muchos corazones. ¿Qué hacemos? ¿Vamos a desfilar? ¿Haremos una manifestación? ¿Haremos todo lo que podamos dentro de la ley para protestar por el mal y defender lo bueno? No importa lo que sea dicho sobre estas actividades, recordemos que estas no son nuestras armas principales. No son nuestras armas más fuertes."
—William Culbertson (1905-1971)
Orar, ayunar y leer la Palabra de Dios siempre serán nuestras armas más fuertes. No hay revueltas, disturbios, guerras o marchas que suplante doblar nuestras rodillas en nuestros lugares de oración y buscar a Dios con todo nuestro corazón. No hay meme, o buena frase o pensamiento que puede reemplazar la Palabra de Dios en nuestra alma.
Esta es la forma del cristiano. Esta es nuestra forma de vida. Martín Lutero es conocido por la frase, "Ser un cristiano sin oración es menos posible que estar vivo sin respirar."
Jesús dejó claro que no podemos esperar caminar en fortaleza espiritual sin orar, ayunar y conocer la Palabra de Dios. La oración es donde Dios cambia nuestros corazones y mentes. El ayuno es cuando ofrecemos sacrificio para honrar y buscar a Dios. La Palabra de Dios es donde aprendemos a oír Su voz más claramente.
En el Antiguo Testamento, Esdras fue un sacerdote a quien se le permitió regresar a la tierra de Israel después de estar exiliado en Babilonia por muchos años. Él alentó a todos a ayunar y a orar a Dios a medida que volvían a su casa. El Señor escucha y responderá nuestras oraciones. Quizás no siempre las responde en el tiempo y forma que nosotros pensamos que Él debería, pero Sus respuestas y tiempo siempre son correctos.
Tanto Esdras como Jesús comprendieron el poder de la oración y el ayuno. Estas disciplinas producen algo en nuestras almas y corazones mayores de lo que podemos imaginar. Son momentos de humildad y de cambios internos en nuestras vidas.
Cuando enfrentamos luchas y batallas espirituales, nuestra primer y única respuesta debe ser buscar al Señor con oración y ayuno.Él es nuestra mejor línea de defensa. Él es nuestro protector. Él es nuestra fuente de vida.
¿Cuál es tu primera respuesta cuando enfrentas una batalla? ¿Es la oración u otra cosa?
ORACIÓN:
Señor, sólo te miro a ti.
Sólo te busco a ti.
Sólo te oro a ti.
Señor, siempre es sólo a ti.
Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Todos enfrentamos circunstancias difíciles, choques culturales y luchas personales. La vida puede ser como luchar en una batalla. Esta serie de devocionales te alentará y fortalecerá para las batallas espirituales que enfrentarás en la vida.
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