Negocios con DiosMuestra

Finalicé la última lectura escribiendo que, finamente, necesitamos más de Jesús. ¡Y esto es totalmente verdadero! Manifestaremos, tendremos y desarrollaremos más integridad en la medida que lleguemos a estar totalmente integrados con Jesús. 

¿Pero, qué cualidades nos ayudan a “unirnos” a Él? ¿Qué da espacio para que Él obre en nuestras vidas? ¿Cómo produce el Espíritu Santo todo esto en nosotros?

Bien; comencemos con la última pregunta. Dios nos trae a una unión con Él en dos formas. Primero, Él trabaja con lo que está en el camino: nuestra independencia; una unión total con Él requiere esto. Debemos “morir” a nuestra vieja forma de pensar y de actuar antes de que podamos adoptar la forma de pensar y de actuar de Jesús. Debemos morir a nuestro deseo de hacer lo que queremos. En la medida que hacemos esto junto a Él, nuestros patrones pecaminosos, indecisión e hipocresía desaparecen. ¡Esto requiere nuestra participación voluntaria! 

Y segundo, Él nos está ayudando a llegar a ser más como Jesús; totalmente alineados con el corazón del Padre. Esta segunda parte tiene que ver con nuestro nuevo ser viviendo y creciendo en Su semejanza, y esto pareciera que seguirá por toda la eternidad. Este proceso de “maduración” también requiere nuestra participación; está lleno de Su gloria y hace que la primera parte valga tanto.

Pero, para que Jesús haga esto en nosotros se requiere que seamos dolorosamente honestos con nosotros mismos. Necesitamos una creciente humildad que escuche las observaciones de otros, una voluntad de cambio, y un AMOR por la verdad y por la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas.

¿Se dieron cuenta que estas son cosas en la que los niños son expertos? Ser como niños es la forma rápida de integrar la vida con Jesús. Él dijo que debemos recibir el reino como niños y alabó a Su Padre porque había escondido el reino de los “sabios y entendidos”. La sabiduría de Dios no es como la que nosotros tenemos. De hecho, el apóstol Pablo parece que está muy en contra de nuestro tipo de sabiduría.

Amigo, es tiempo que descendamos en nuestro caminar con Jesús. La palabra “humildad” literalmente viene del Latín “humilis” (que quiere decir “bajo”) y humus (que quiere decir “suelo”). Es un lugar bendecido en el que vivir, y siempre hay espacio para descender aún más (lo que tiene aún más bendición). 

Así que, caminemos con Jesús en una humildad infantil; estemos, cada vez más, de acuerdo con Él en todo. Esto es una verdadera transformación personal. Oro que rápidamente encuentres el gozo, la paz, el poder y la presencia en el proceso de descender.

Aquí dejo las preguntas para esta semana.

1. ¿A qué te está invitando a "morir" el Espíritu Santo? 

2. ¿Cómo te está invitando Él a vivir con Él? (¿Qué aspecto tiene para ti ahora mismo la integridad?)

3. ¿Cómo te está invitando Él a ser más humilde? ¿A descender?