Aun si no lo haceMuestra
Una clase de fe que dice: “aun si no lo hace”
¿Cómo está tu fe? Me encanta que en la historia de hoy podemos ser testigos de una fe que dice “aun si no lo hace”.
Esto significa que, aunque las cosas no me vayan bien, aunque perdí mi trabajo, aunque aún no he recibido mi sanidad, aunque esa relación todavía no haya sido restaurada, aunque quizá no me hayan aceptado en la universidad; a pesar de todo eso, el Señor está conmigo. Significa que sigo confiando, sirviendo, y avanzando, aun si las cosas no van bien.
Job fue una de esas personas con esta clase de fe. Él lo había perdido todo, su familia, su salud y sus recursos. Su esposa incluso le había dicho que maldijera a Dios y se muriera. Pero la fe de Job era mucho más profunda, él confiaba en Dios a pesar de sus circunstancias, él estaba convencido de que Dios tendría la última palabra y siguió creyendo en su bondad aun cuando las cosas no iban bien.
¿Lo seguirías adorando aun si él no hiciera lo que le estás pidiendo?
Cuando la vida te pone bajo presión, ¿qué sale de tu corazón? ¿Qué sale de tu boca?
En 1992, cuando yo tenía diez años, mis padres emigraron a Sídney, Australia. Recuerdo el dolor que sentía en mi corazón al saber que no vería a mi abuelita durante mucho tiempo. Ella prácticamente era como mi segunda mamá.
Luego de mudarnos, la vi solamente el día de nuestra boda, y después de eso pasaron catorce años más hasta que la volví a ver, cuando con mi esposo y mis hijos nos mudamos a Buenos Aires. Dos semanas después de aterrizar, fuimos a Rosario para que ella pudiera conocer a sus bisnietos.
Recuerdo que antes de mudarnos le había dicho a mi mamá: “Te prometo que voy a cuidar a nuestra abuela”. La llevaría a casa y la ayudaría para que estuviese bien. Yo estaba tan entusiasmada.
Pasamos unos días hermosos, en los que ella pudo conocer a mis hijos, y le dije que volvería a buscarla. Pero dos días después de llegar a Buenos Aires recibí una llamada de mi primo avisándome que mi abuela había fallecido.
En ese momento sentí un dolor tan grande en mi corazón, una desilusión inmensa. Inmediatamente dije: “Señor, ¿por qué me hiciste esto? ¿Por qué te llevaste a mi abuela? ¿Por qué me decepcionaste así? ¿Por qué no me diste más tiempo con ella?” Yo tenía planes de cuidarla, tantos planes que no pudieron hacerse realidad.
Honestamente sentí que Dios me había fallado. En esos momentos tuve que arrestar esos pensamientos, y fue entonces cuando sentí que me dijo: “Enfócate en las cosas buenas, en los momentos lindos que pasaste con ella.”
Y era verdad, Dios me había dado esos días para estar con mi abuela, y ella tuvo la oportunidad de conocer a mis hijos. Cuando me di cuenta de esto, tuve que cambiar mi perspectiva, y en lugar de reclamarle a Dios, mis palabras se volvieron palabras de gratitud, agradeciéndole por su bondad.
Fue un momento muy duro para mí, pero mi corazón sabía que Dios seguía teniendo el control.
Quiero que sepas que aun cuando las cosas no van como queremos, él sigue siendo fiel, él sigue siendo bueno. No debemos dejar de confiar y creer, porque él es un Dios que todo lo puede.
Escrituras
Acerca de este Plan
Aun si no lo hace es un devocional de 5 días de Lucy Mendez, pastora de Hillsong Latinoamérica. Este devocional está diseñado para darte esperanza en medio de tiempos de desafíos y dificultades.
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Nos gustaría agradecer a Hillsong Buenos Aires por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://hillsong.com/buenosaires