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 Leví era un recaudador de impuestos. Eso significaba que no era tan popular. Pero esa reputación no detuvo a Jesús. No solo sabía el nombre de Leví; sino que lo invitaba a tener una relación. No solo quería saber quién era Leví; sino que quería pasar tiempo con él. Y eso es exactamente lo que también siente por ti. Jesús te ve, conoce tu nombre y te invita a seguirlo. ¡Todo lo que tienes que hacer es ir! Esta semana, programa unos minutos para que los dediques a ti. Ponte los auriculares, escucha música de alabanza, da un paseo o haz lo que sea que te ayude a concentrarte. Mientras lo haces, dale gracias a Dios por invitarte a tener una relación con Él. Piensa en cuál podría ser el siguiente paso para que lo sigas con tu vida.