Deja De Morir Y Comienza A VivirMuestra

Comienza a mirar hacia adelante

Muchas personas pasan sus vidas creyendo que están viviendo, cuando en realidad, por la manera en la que viven sus vidas, pareciera más que están muriendo. Para ellos, la vida no es más que existir y sobrellevar los días uno a la vez. Los sobrepasan los obstáculos, los problemas, los desafíos, viven tan estresados que parece que no tuviesen vida dentro de ellos. 

La vida es un tema central en la Biblia. Jesús vino para que tengamos vida, Dios respiró el aliento de vida en el hombre y el hombre se transformó en un ser viviente. En Juan 11:25 Jesús dijo: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá». Él se llama a sí mismo la vida. Romanos 6:4 nos llama a vivir en nueva vida, no muerte. Todas las personas en la tierra anhelan una buena vida. No queremos simplemente existir, respirar y funcionar. Queremos vivir una vida que esté llena de entusiasmo, pasión, optimismo, paz y felicidad. Queremos vivir nuestras vidas al máximo.

Lo primero que necesitamos para vivir una vida plena, para dejar de morir y comenzar a vivir, es desarrollar una visión hacia adelante. Debemos olvidar todas las cosas que están en nuestro pasado. Cuando manejamos nuestro auto, no podemos hacerlo mirando constantemente el espejo retrovisor, porque podríamos chocar. No podemos avanzar y retroceder al mismo tiempo. O avanzamos o retrocedemos. De la misma manera en la vida, para dejar de morir y comenzar a vivir, necesitamos olvidar lo que dejamos atrás. ¿Sabes por qué? Como dice Isaías 43:18–19, si no olvidamos las cosas viejas, nunca dejaremos lugar para las cosas nuevas que Dios quiere hacer. 

No podemos cambiar lo que nos sucedió en el pasado, pero podemos cambiar lo que pasa en nuestras mentes, nuestros pensamientos, nuestra forma de pensar, debido a lo que nos pasó. No podemos cambiar los hechos, pero podemos dejar de sumar nuestras opiniones a los hechos. Por ejemplo, un inversor que perdió miles de dólares en la bolsa suma su opinión a lo que le pasó al decir: «Estoy en la ruina, esto es terrible, es lo peor que me ha pasado». El hecho es que perdió el dinero, su opinión es que está arruinado.

Necesitamos dejar de mirar hacia atrás y agregar opiniones negativas a los hechos. Deberíamos comenzar a mirar las cosas desde una perspectiva hacia arriba, hacia el futuro. Como dice en el libro de Filipenses, deberíamos extendernos, proseguir; cuando nos extendemos, avanzamos hacia algo. La vida no es un destino, es un viaje. Si queremos dejar de morir y comenzar a vivir, deberíamos extendernos día a día. Deja de actuar como si ya hubieras llegado, como si ya estuvieras ahí, como si no tuvieras más nada por hacer. Sigue moviéndote, sigue avanzando.