12 enormes errores que los padres pueden evitarMuestra
Quitamos las consecuencias
Te duele la cabeza. Tratas terminar de hacer algo para poder tomar un analgésico. El día siguiente sucede lo mismo. Es una semana ajetreada y tomas otro analgésico. Notas menos congestión el día siguiente pero el dolor de cabeza empeora. En lugar de descansar, te tomas otro. Finalmente, después de varios días tratando de quitar los síntomas, te das cuenta que tratas de cubrir un pequeño resfriado que se convirtió en una sinusitis. Los que hemos experimentado esto sabemos que si bien hay un alivio temporal al eliminar las consecuencias de estar enfermos, en realidad aumentamos nuestro sufrimiento a largo plazo.
Las consecuencias son así. No se pueden esquivar permanentemente. Cuanto antes los enfrentemos, más pequeñas serán. Cuanto más las retrasamos, más grande y horrible se ponen. La única manera de verdaderamente quitar las consecuencias es aceptarlas de frente y dejar que trabajen en nosotros. El autor del libro de Hebreos señala esto en el capítulo 12 versículo 11: "Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella".
Entonces, ¿cómo criamos para que valga la pena para el futuro de nuestros hijos? Somos padres a largo plazo. En lugar de reaccionar quitando las consecuencias de sus acciones, les permitimos con amor que enfrenten la realidad de sus decisiones. En el video de hoy, Tim describe cómo debemos intercambiar reglas por ecuaciones. En otras palabras, en lugar de decirles a nuestros hijos: "No hagas eso", deberíamos decirles: "Si haces eso, entonces esto sucederá...".
Ora :Padre, ¿hay alguna consecuencia o área en dónde necesito disciplina y que esté postergando en mi propia vida? ¿Puedes mostrarme las formas en las que puedo ser padre de la misma forma en que Tú me estás criando?
Escrituras
Acerca de este Plan
El Dr. Tim Elmore se une a Life.Church para compartir 12 enormes errores que los padres pueden evitar. Todos queremos lo mejor para nuestros hijos, pero a veces nuestras propias buenas intenciones desvían sus caminos. Corrijamos el rumbo y guiemos a nuestros hijos para que se conviertan en adultos prósperos y en devotos seguidores de Cristo. Para más contenido, visita finds.life.church
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