Tony Evans Explora La Reconciliación Racial Muestra

Reconciliación bíblica

El domingo por la mañana suele ser el momento más aislado de la semana porque adoptamos una mentalidad de tolerancia. El objetivo de la reconciliación no es la tolerancia o "soportar" otra raza. Desafortunadamente, la iglesia permanece aislada la mayor parte del tiempo porque solo nos reunimos con otras razas cuando tenemos que hacerlo. Gran parte de lo que llamamos reconciliación racial entre los círculos cristianos no es más que sociología diluida, salpicada con un poco de Jesús en la parte superior para que podamos llamarlo bíblico. Pero para derribar los muros divisorios de la raza dentro de la iglesia, debemos comenzar con un objetivo mejor que la tolerancia, y ese objetivo es la reconciliación bíblica. 

La reconciliación bíblica se puede definir como: abordar el pecado que causó la división con el propósito de unirse, a través de líneas raciales, basadas en un compromiso compartido con Jesucristo con el objetivo de servir a los demás. 

El pecado que debemos abordar es el racismo. Si lo llamamos algo diferente a pecaminoso a los ojos de Dios, entonces ya no abordamos este tema desde la perspectiva del reino. La reconciliación se trata de relaciones. Reconciliar básicamente significa restaurar la amistad. El objetivo no es solo arrepentirse del pecado del racismo, sino que está dirigido a desarrollar amistades auténticas con diferentes razas y culturas a las nuestras. Una vez que nos arrepentimos del pecado del racismo, desarrollamos relaciones más allá de las barreras raciales. Entonces en unidad, podemos servir a nuestras comunidades. Se supone que la iglesia es la sal y la luz de nuestras vecindades, independientemente del grupo demográfico racial. 

 ¿En qué parte de la reconciliación bíblica necesitas trabajar?