Desarrollando una iglesia saludable Muestra

Las iglesias saludables están llenas de ministros

El ministerio de Jesús fue muy diferente al ministerio religioso judío de la época. Sus seguidores eran un grupo incongruente de hombres que la orden religiosa había pasado por alto. Él no solo les enseñó la Biblia, sino también los capacitó en el trabajo. Así es como se capacitó a los fundadores de la iglesia, y así es como se suponía que la iglesia funcionara. Una iglesia no estaba destinada a ser un pastor solitario que ministra a un grupo de personas. Fue destinada a ser un grupo de personas que ministraran al mundo. Cada miembro de tu iglesia es un ministro, y cada ministro juega un papel importante en la misión.

Las iglesias saludables están llenas de ministros que entienden que son llamados a ser la Iglesia. Son activos y aprenden en el trabajo. Usan sus dones para completar la misión de la iglesia, tanto dentro como fuera de las paredes de ella. A menudo son el único reflejo de Jesús que un oscuro mundo verá. Cada uno de ellos son misioneros en sus propios campos de trabajo.

Mientras lees las escrituras de hoy, recuerda que Jesús creó la Iglesia para ser activa y misionera. Todos somos ministros, y como iglesia, estamos llamados a ministrar al mundo.