La actitud de expectativaMuestra

Cuando hablamos de una actitud de expectativa, podría haber la tentación de no tener en cuenta el tiempo de Dios porque el tiempo de Él es diferente al de nosotros, ¡ya queremos el premio!

Aunque sea importante tener fe en que «a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien», a veces olvidamos que es un proceso continuo y necesario para que logres el resultado final. 

Piensa en José. Sí bien es cierto que finalmente terminó viviendo una vida próspera, ¿cómo llegó allí? Los hermanos de José fingieron su muerte y se lo vendieron a extraños. Luego, le tendería una trampa la esposa de su amo, le metieron en la prisión y, después de seguir fiel al Señor, a través todas estas desgracias, el Faraón ascendió a José como segundo al mando de todo Egipto. 

No hay atajo para el éxito ni para nuestro caminar con Cristo. Tener la actitud de expectativa significa que debemos tener fe en el plan de Dios como José. Debemos confiar en que Dios es omnisciente y que puede hacer todas las cosas mejor de lo que podamos entender, y tener la sabiduría para esperar la adversidad durante el viaje.

¿Por qué debemos esperar adversidad? Es sencillo; porque frecuentemente Dios reitera que la adversidad forma parte del viaje. Probar la fe nos beneficia al producir perseverancia, la cual se requiere para la madurez espiritual. El Señor nunca dice que nos impedirá experimentar dificultades, en cambio, dice que podemos contar con Él para llevarnos a través de ella. 

Pero, ¿qué debemos hacer exactamente cuando enfrentamos la dificultad? Debemos orar con expectativa y tener fe en el proceso. 

¿Entonces qué? Podría sonar fácil decir, «confía en el Señor,» pero ¿qué sucederá cuando el Señor actúe? ¿Estarás listo? ¿Alguna vez has pensado cómo se supone que debemos saber qué decisiones tomar cuando el Señor abre puertas de oportunidad?

- Michael Oquendo. Gerente de Mercadotecnia.