Corazón de adoradorEjemplo

La adoración satisface el alma

La adoración satisface tu alma. La adoración satisface tu alma porque Dios satisface tu alma. Así como la deliciosa comida satisface el estómago, la adoración sincera satisface el alma.

Tienes hambre de adoración. Tienes hambre de adoración porque estás anhelando a Dios. En la adoración, te encuentras con Dios. Tienes hambre de Dios porque estás hecho a imagen de Dios. Eres un portador de imágenes, un ser inmortal. Solo Dios puede satisfacer el alma de un ser inmortal hecho a la imagen de Dios.

En sus confesiones, Agustín expresó su pasión para Dios cuando escribió:

Brillaste, brillaste;

y ahuyentaste mi ceguera.

Te volviste fragante;

y yo inhalé y suspiré por ti.

Probé, y ahora tengo hambre y sed por ti.

Me tocaste;

y me quemé por tu abrazo.

Nada más satisfará tus antojos del alma. No el matrimonio. No un niño. No las riquezas. No las cosas. No un auto nuevo. No unas vacaciones. No una casa de ensueño. No un deporte o pasatiempo. No el placer sexual. No comida. No alcohol. No es un cuerpo más esbelto. No cirugía plástica. No la jubilación. No es una escapada. Nada.

Solo Dios.

Dios solamente.