Dibuja tu fe: ama la Biblia usando garabatosMuestra

No tienes que ser artista, lo importante es la idea

Cuando éramos pequeños, dibujábamos todo. Dibujábamos feo, pero dibujábamos todo. Aun cuando comenzamos a aprender a escribir, dibujábamos las letras. Dibujar era nuestra manera de aprender y empaparnos de las ideas y conceptos que entraron a nuestra mente y permanecieron con nosotros hasta el día de hoy.

En los tiempos bíblicos, el acto de escribir parecía más dibujar porque se usaban símbolos. Más adelante, fuimos convirtiendo los símbolos en lo que hoy llamamos letras. En el tiempo cuando Dios les dijo a Habacuc y a Isaías que escribieran la revelación que escuchaban, escribir significaba pensar y escoger los símbolos correctos y plasmarlos de una forma que la idea quedara clara y memorable. Para Habacuc e Isaías, escribir no era arrastrar un lápiz y transcribir palabra por palabra. Para estos profetas, escribir se parecía más a dibujar, y para dibujar es necesario escuchar activamente cada idea. El acto de mezclar dibujos y letras, inevitablemente, va a obligar a tu mente a ser impactada por la idea que está procesando.

Las buenas noticias es que no es requisito ser artista para dibujar la revelación de Dios en tu vida. Incluso la idea es más importante que la capacidad artística. Un muñequito de palitos puede ser tan poderoso como la Mona Lisa cuando se trata de reaccionar visualmente a la voz de Dios en su Palabra. 

La verdad es que podemos dibujar casi cualquier cosa si conocemos las cinco figuras básicas. Si mezclamos estas figuras, podemos crear dibujos sencillos que cristalizan nuestro entendimiento de la Palabra:

Cuando Dios invita a plasmar visualmente su Palabra, nos invita a participar en una hermosa conversación que nos impacta a nosotros y a otras personas que se topan con nuestras notas.