Cuidando nuestro corazónMuestra
Toda enfermedad tiene cura
Sé que el título de este devocional a muchos les parecerá extraño, porque hay enfermedades que actualmente no tienen cura, esto es, que no se les ha encontrado la misma, pero estoy seguro de que sí la hay sin importar lo difícil que sea, pues la humanidad invierte miles de millones cada día en la búsqueda de las mismas.
Así como no hay problema sin solución, tampoco existe enfermedad que no tenga cura; lo difícil es encontrarla y aplicarla. Así, para las enfermedades del alma también existe una cura: Cristo Jesús. La Palabra nos dice en 1 Juan 1:6-7: “Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. En la Cruz, Cristo nos hizo libres de todo flagelo, incluida la muerte; nos dio vida cuando estábamos muertos en delitos y pecados y nos ha hecho libres de toda maldad.
Así como Cristo vivió y convivió con sus discípulos, sus hermanos y hermanas, y tuvo que soportar las diferencias de carácter, así mismos somos nosotros llamados a vivir en comunidad cristiana buscando el rostro del Señor cada día; somos llamados a amarnos los unos a los otros, cosa que no es fácil porque no es un amor romántico sino uno ágape en el cual debemos decidir conscientemente perdonar en muchas oportunidades y hacerlo de corazón. La cura existe, está allí, solo que no es fácil tomarla y aplicarla, necesita mucha determinación de nuestra parte. Oremos:
Amado Padre, en este día, te damos gracias porque nos amas tanto que diste a tu Hijo en pago por cada uno de nosotros; gracias porque en la Cruz del Calvario fuimos verdaderamente libres de la muerte del pecado y, ahora, somos tus hijos e hijas. Hoy decidimos perdonar a aquellas personas que nos lastimaron, para que exista comunión unos con otros. Sabemos que no estamos libres de pecado y, por eso, no podemos arrojar la primera piedra ni acusar a nadie; tal como Cristo nos lo enseñó, perdonamos como Tú nos perdonaste, en el nombre de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador, amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Hay muchas enfermedades que pueden destruir nuestra vida espiritual; debemos ser constantes y velar porque nuestro corazón esté sano para entrar a la presencia de Dios y poder escuchar su voz.
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Nos gustaría agradecer a Ministerio tu Pan diario por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.youtube.com/channel/UCMlVsOgxkrRCIyryigj8Law?view_as=subscriber