La Muerte, Un Visitante Inesperado.Muestra

Llega sin avisar.

Regresábamos a casa luego de una jornada atípica, donde mi abuela había estado en una situación límite durante su cirugía. No tenía ni idea de que había pasado al final, solamente trataba de no pensar en lo que nadie quiere enfrentar, la muerte.

Al final del día supimos que ella había partido hace unas pocas horas. La incertidumbre llenaba la casa, la tristeza inundaba cada habitación y cada mente. ¿Te ha pasado? ¿Perder a alguien de una manera inesperada, donde no hubo previo aviso?

Así es la muerte, un visitante inesperado, a pesar de que sabemos que la muerte es parte de la vida. A pesar de eso, nadie está lo suficientemente listo ni lo suficiente duro para poder enfrentar la muerte, ni mucho menos para decirle adiós a esa persona con quien has compartido tus días.

Probablemente tú no perdiste a tu abuela, quizás perdiste a tu madre o a tu padre. A lo mejor tuviste que echar bajo tierra a tu hijo pequeño. No sé a quién perdiste, pero sí sé que las perdidas duelen.

Lo más seguro es que estés lleno de interrogantes, llena de preguntas sin contestar. Te preguntas ¿Por qué yo? ¿Por qué a nuestra familia? ¿Por qué si era tan bueno? Sé que tienes dudas y temores, y piensas en como sobrevivirás ahora sin ese ser querido. Lo que diré es más que un cliché, es una convicción. En medio de tu dolor, Dios esta contigo y siempre lo ha estado.

¡Hay esperanza! Jesucristo es la resurrección y la vida. Él dijo el que cree en mí, aunque muera, vivirá. Sé que se te hace difícil poder ver más allá del dolor, ¿te soy honesto? En mi familia hay dolor aún, pero todo se hace más liviano cuando dejamos que el espíritu santo consuele nuestras almas dolidas.
Todo es mucho más fácil cuando el Espíritu Santo está en la ecuación. Él es nuestro consolador, y hoy quiere ayudarte a atravesar este camino.

Oración.

Espíritu Santo te doy la completa libertad para que seas tú consolando mi alma.

Ayúdame a pasar estos momentos difíciles.

Señor Jesús sé mi sostén en estos momentos de dolor.

Aunque sé que mi ser querido partió, tengo la certeza que pronto nos volveremos a ver, en el hogar.