Hacer negocios de manera sobrenaturalMuestra

Cuando el Cielo invadió la Tierra

¿Has escuchado lo que pasó en Almolonga, Guatemala? 

Ayer hablamos sobre lo que significa que Dios traiga el Cielo a la Tierra a través de nuestros negocios. Hoy veremos cómo se manifiesta en la Tierra. 

Almolonga, Guatemala, era un lugar terrible. El alcoholismo, ocultismo y la brujería estaban generalizados. Los abusos, asesinatos y otros crímenes estaban descontrolados. Sus cuatro cárceles estaban sobrepobladas y de manera rutinaria transportaban prisioneros a otras ciudades. Era una región de cultivos, pero la tierra era improductiva. 

Después de haber sido casi asesinado, un agricultor no aguantó más. Desesperado, se arrodilló y rededicó su tierra, vida y la tierra de su región a Dios. Otros agricultores se unieron y oraron para que Dios derramara Sus bendiciones en una tierra que parecía maldecida. Oraron que su rincón en la Tierra se viera como el Cielo (Mateo 6:10). 

El Señor escuchó sus oraciones y respondió de manera impresionante (Éxodo 2:24-25). La gente de Almolonga renunció a sus ídolos. Dejaron de frecuentar bares y comenzaron a asistir a la iglesia. Muchos ociosos comenzaron a trabajar duro. Se salvaron matrimonios y los enemigos se reconciliaron. 

Con los años, los 36 bares y cantinas de Almolonga se redujeron a tres. Cerraron las cuatro cárceles y la última se remodeló como “Salón de honor”. El alcalde y los líderes cristianos de la iglesia creen que el 80% de los residentes se han convertido en seguidores de Cristo. 

Uno de los resultados más impactantes ha sido en el ámbito de la agricultura. Durante años, las cosechas sufrieron debido a una tierra árida y malos hábitos laborales. Ahora, la tierra produce hasta tres cosechas cada año. Los agricultores de Almolonga solían enviar a los mercados cuatro camiones llenos de cosechas cada mes. Ahora, envían 40 por semana. Los agricultores pagan en efectivo los camiones Mercedes y los decoran con versículos bíblicos y frases cristianas. 

Las cosechas en sí también han cambiado. Los vegetales crecen el doble de su tamaño normal. Con frecuencia, las zanahorias crecen del tamaño del antebrazo de un hombre. Investigadores agrícolas han visitado Almolonga desde EE.UU. y otros lugares, tratando de entender cómo es que obtienen varias cosechas anuales de cultivos extra grandes. Pero no encuentran lo que esperan. 

Dios sanó su tierra.

¿Crees que al Señor le importa también tu tierra?