Cómo Navegar Una TormentaMuestra

Devocional día 2

Segundo Principio: RECONOCE A QUIÉN QUIERES AGRADAR 

Estas son palabras de Jesús: “Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo según Dios me indica. Por lo tanto, mi juicio es justo, porque llevo a cabo la voluntad del que me envió y no la mía” (Juan 5:30). 

Jesús siempre tuvo claro A QUIÉN QUERÍA AGRADAR, tenía presiones y demandas de la gente a su alrededor, pero Él sabía que sólo tenía que agradar a uno, al Padre, quien en una ocasión dijo de Su hijo “Este es mi Hijo amado en quien me complazco” (Mateo 3:17).

Cuando estamos enfocados en complacer al Padre, Dios nos afirmará como lo hizo con Jesús, y esta afirmación será una seguridad para nuestra alma, que servirá como un ancla en medio de las tormentas.

Cuando estamos preocupados por complacer a los demás cederemos fácilmente a la crítica pues nos preocupa lo que otros digan, la competencia porque queremos ser los primeros o el conflicto porque nos enojamos cuando alguien no está de acuerdo con nosotros. 

La vida se puede tornar muy complicada si tratamos de agradar a todos, pero si nos enfocamos en agradar a Dios antes que a los demás, nuestra vida será más sencilla, tendremos mayor claridad en los problemas y tendremos una guía más confiable.