Igual a míMuestra

Es posible que podemos recordar un momento en el que nos dijeron que no podíamos hacer algo porque eramos muy jóvenes. Muchas veces esto puede sentirse como si la edad nos descalifica. Pero si somos honestos, algunas veces usamos nuestra edad para descalificarnos nosotros mismos. No hacemos lo suficiente como deberíamos hacer porque pensamos que somos muy jóvenes. ¿Pero que tal si nos vemos nosotros como seres mas capaces que los demás o nosotros mismos nos vemos? 

Lo cierto es que sin importar la edad que tengas, puedes ayudar y animar a las personas a tu alrededor dando un buen ejemplo. Tu edad no te impide vivir de un modo que honre a Dios y motive a los demás. Después de todo, nunca sabes quién te admira. Esta semana, pide a Dios que te muestre formas en las que puedes hacer una diferencia positiva en las vidas de las personas a tu alrededor.