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La mayoría de nosotros desearíamos tener más libertad para tomar decisiones por nosotros mismos, pero a esta edad, estamos bajo las reglas de nuestros padres, tutores u otros adultos en nuestras vidas. ¡Y por eso puede ser frustrante cuando los adultos en nuestro mundo nos dicen que hagamos lo contrario a lo que queremos! Este versículo nos recuerda que una de las mejores herramientas que tenemos que usar en nuestras familias (¡y en todas nuestras relaciones!) es la amabilidad. La próxima vez que estemos frustrados con las reglas o normas de los adultos en nuestras vidas, podemos responder con amabilidad. Así que esta semana, pregúntate: ¿Cómo sería para mí mostrarles a los adultos de mi familia un poco más de amabilidad?