Fe sin limitesMuestra

DÍA 4:

CUIDADO CON LAS VOCES QUE ESCUCHAS

Los fariseos, que jamás estuvieron presentes durante 38 años con el paralitico de Betesda, fueron los primeros en cuestionarlo. No te sorprendas de que en el momento de tu restauración te cuestionen los que nunca hicieron algo por ti. Algo que he aprendido a lo largo de la vida es que la gente que nos rodea será la que determine nuestro futuro.

Una de las mayores victorias del hombre de Betesda fue ser libre de la aprobación de los demás, él supo seguir adelante más allá de los cuestionamientos de los fariseos.

Lo importante es que escuches a aquel que te saco del estanque de tus frustraciones, porque será la única voz que te conducirá a tu propósito.

No importa cuál sea la circunstancia que estés viviendo, confía en Dios y mantén tu fe en Él y en que es Él quien lleva el control. 

Oración: 

Señor Jesús, no permitas que las voces del pesimismo y la desesperanza se hagan carne en mí. No permitas que escuche lo que no tengo que dar oídos. Hazme oír palabras de amor, de esperanza, de paz y fe. Donde pueda decir como Samuel, “habla tu siervo oye”. En el Nombre de Jesús. Amen.

Texto: Juan 5: 10; Mateo 7: 24; 1 Samuel 3: 10