Encontrar fuerza en temporadas difícilesMuestra
Resistiendo Contratiempos
De adolescente, David fue ungido como el próximo rey de Israel. Pero en lugar de ascender al trono en un resplandor de gloria, pasó años huyendo del rey actual de Israel, quien trató de matarlo repetidamente.
Durante este tiempo, David se lamenta ante Dios: tiene conversaciones honestas sobre su situación mientras se aferra a la esperanza de que Dios puede, y lo hará, restaurarlo.
Los lamentos de David le permitieron expresar su dolor, clamar por justicia y recordar la fidelidad de Dios. Centrarse en la fidelidad de Dios le recordó a David el carácter de Dios, y conocer el carácter de Dios le ayudó a aferrarse a la esperanza. Por eso, incluso en las situaciones más difíciles, David podía decir: " Tú [Dios] eres mi lugar de refugio, eres lo que realmente quiero en la vida". (Salmo 142: 5)
Lo que quizás David no supo durante sus años como fugitivo fue que esta experiencia en realidad lo estaba entrenando para convertirse en el líder y guerrero que Israel necesitaba. Los contratiempos que soportó fortalecieron su carácter y prepararon el camino para su propósito futuro.
Cuando te encuentras rodeado de oposición, el dolor puede ser un regalo que te ayuda a darle sentido a tu situación. Pero el duelo no es el final de tu viaje.
Cuando tu pones tu esperanza en Jesús, nunca te afliges en vano porque el Dios que era es también el Dios que hace . Por eso, no importa lo que enfrentes, puedes aferrarte a esta esperanza: Jesús puede convertir tus contratiempos y penas en montajes para tu bien y Su gloria. Él puede tomar tu dolor y usarlo para Sus propósitos. Él puede abrir un camino a través de tus estaciones del desierto. A medida que continúas acercándote a Él, podrías descubrir que tu lucha actual te está entrenando para tus propósitos futuros que Él tiene para ti y los que te rodean.
Escrituras
Acerca de este Plan
Superar temporadas difíciles puede parecer imposible cuando estás pasando por ellas. Pero, afortunadamente, Dios puede hacer más de lo que pedimos o imaginamos. En este plan de 4 días, descubre cómo Dios puede redimir tu dolor y decepción y darle un propósito.
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