Creer que Dios es bueno pase lo que paseMuestra
No hay bondad fuera de Dios
Algunos asumen que Dios está enojado la mayor parte del tiempo y que Su favor solo dura un momento. Pero la Biblia nos dice que esto es ¡exactamente lo contrario! Siempre eres valioso ante Sus ojos, incluso cuando te sientes como una fruta podrida.
Dios ha desechado esas cosas malas o terribles que hiciste o dijiste. En el momento Él pudiera haber estado enojado o desilusionado, pero lo ha desechado. ¿Lo has hecho tú? No debes preocuparte de perder el favor de Dios por causa de un fracaso.
La bondad de Dios es permanente y nunca se acaba. Su favor está siempre a nuestro alrededor, sobre y con nosotros; el favor de Dios ¡es para siempre!
De hecho, la bondad no existe fuera de Dios; no se originó por sí misma, ni fuera de, o aparte de Él. Definitivamente no es algo que se origina en el ser humano (¿Tiene que formar a sus hijos para ser buenos, o malos?).
Dios es la fuente de toda bondad y de todas las cosas buenas. Algunos aún separan lo bueno de Dios, lo cual puede disminuir la necesidad de la humanidad de agradecerle, honrarlo, y alabarlo.
Este estudio está a punto de iniciar el viaje para entrenar tus ojos para poder ver la bondad de Dios, de otro modo invisible, y como se ve Su favor en tu diario vivir. En los siguientes cinco días, empezarás a ver tu vida a través de los lentes del favor de Dios.
Piensa en esto: ¿Cuáles son algunas cosas buenas en tu vida que son fáciles de pasar por alto?
ORA: Dios, gracias por estar presente en mi vida. Ayúdame a abrir mis ojos para ver que eres la fuente de todas las cosas buenas y que traes favor en mi vida diariamente. En el nombre de Jesús, amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Existen ciertos mensajes hoy, tanto fuera como dentro de la iglesia, que han contaminado el verdadero mensaje del favor de Dios. La realidad es que Dios no está obligado a proveernos cosas buenas—¡pero Él quiere hacerlo! Los siguientes cinco días podrán ayudarle a mirar a su alrededor con ojos que cortan las distorsiones cotidianas y ver la bondad innegable y exagerada de Dios.
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