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En la actualidad nos encontramos en tiempos sin precedentes. Al igual que las mujeres en la tumba de Jesús después de su muerte, nadie se habría podido preparar para lo que estaban por experimentar. Ellas no vieron el cuerpo de Jesús en la tumba como lo esperaban. Jesús se presentó a sí mismo y su verdadera naturaleza ante sus seguidores y les pidió que fueran a decirle a sus discípulos y a Pedro que Él había RESUCITADO. Pedro era el discípulo que había rechazado a Jesús y probablemente se sentía completamente fuera de una relación con él. Jesús le envió las buenas noticias directamente a él. Sin importar cuán mala parezca la situación, podemos confiar en que Dios conoce nuestro nombre y que él está enviándonos buenas noticias. ¡LA VIDA CONQUISTÓ A LA MUERTE!

Preguntas: 

1. ¿A quién puedes hablarle hoy de Jesús? 

2. ¿Dónde ves que haya un avivamiento en tu ciudad, tu trabajo, tu escuela, tu barrio, tu familia y tu propia vida?