No temeré. Él está conmigo.Muestra
Esperar en quien tiene respuesta.
Todavía no ha llegado lo peor. Esto apenas empieza. Hay que ver si salimos de esta. Lo que viene es lo más difícil... ¿cuánta palabra de aliento suelta, no?
Si exportáramos pesimismo, ¡seriamos uno de los países más ricos del mundo!
Israel había pasado cosas graves durante décadas y, sin embargo, había gente que se levantaba y decía: “salimos de Egipto, ganamos batallas, nos rescató del cautiverio, Dios sigue siendo el mismo, ¿cómo no va a extender su mano hoy una vez más?".
A veces, parece que necesitáramos la mala noticia. Nos sentimos más cómodos. Alguien nos cuenta algo lindo y pensamos: “no va a durar”. Hoy no cuentan en los medios la cantidad de gente que se dio de alta de los hospitales, sino la que murió.
Qué tal si hoy nos damos una inmersión en su amor, ese que quita todo temor y, entonces, nos permitimos ver las cosas desde su mirada, con el cuadro completo. Él sigue ahí, no nos ha abandonado a nuestra suerte a pesar de nuestro esfuerzo por jugar al llanero solitario.
Hay un poco de misericordia nueva hoy; está disponible y, cuánto la disfrutemos, depende de nuestra confianza en Él. Mientras más confiemos, Él puede derramar más misericordia sobre mí.
Si confías poco, no te preocupes, la buena noticia es que esa poca misericordia de hoy será el aliento y la fortaleza para mañana, que hará crecer nuestra confianza, y, entonces, disfrutaremos de más misericordia.
Mi esperanza está en Jehová. Ningún otro puede dar respuesta, porque es Él quien está por encima de todo. Y mientras lo escribo, lo declaro para mi. Necesito esa esperanza viva hoy. Mientras el mundo trata de convencerme de lo contrario, yo elijo para mí y para mi casa el pasaje de Josue 24, mientras todos buscaban bajo quien buscar protección, él declaró: “Ustedes hagan lo que quieran, mi casa y yo serviremos a Jehová”. Yo creo que Él sigue siendo el mismo, y ¿tú?
Escrituras
Acerca de este Plan
El temor no descansa. Siempre estará rondando buscando a quién atormentar. Hoy en todo el mundo, ese espíritu corre con noticias devastadoras, cargado con dardos listos para herir y, si es posible, matar nuestra fe. La respuesta a eso no es resistir, hacerme fuerte, creer en mis fuerzas. Es rendirse. Sí, rendirse, pero ante la persona correcta: Jesús, porque, a sus pies, estoy más alto que cualquier amenaza.
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Nos gustaría agradecer a Cristo para Todos por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.cristoparatodos.org