Nueva CreaciónEjemplo

¿Qué pasará con los incrédulos en el juicio final?

Jesús juzgará abiertamente a los incrédulos según sus obras, y los arrojará al infierno con el diablo y sus ángeles como castigo eterno.

Como cristianos, por lo general no disfrutamos hablar del infierno. Es aterrador y molesto y, a veces, preocupa a las personas con las que somos muy cercanos. Pero también es necesario hablar de ello.

La Biblia usa muchas imágenes y dibujos para hablarnos del futuro, tanto del cielo como del infierno. Y las imágenes del infierno son horribles: fuego, y azufre, y castigo, y dolor. Pero el punto principal de estos dibujos e imágenes es este:

Dios es un fuego santo y consumidor, y cuando Jesús regrese, derramará Su presencia sobre todo el universo. Y aquí está la parte aterradora: la presencia santa y consumidora de Dios, resultará destructiva y atormentadora para aquellos que no están en Cristo.

Pero no malinterpretes esto. Este infierno, esta destrucción, no sucede porque Dios no es amor. Dios esamor; pero Dios también es santo. Él es el juez justo del mundo. Cualquier pecado, grande o pequeño, va en contra de la santidad de Dios y por lo tanto merece castigo. Debido a que Él es santo, amoroso, justo, sabio y omnisciente, Dios es el único que puede juzgar a las personas correctamente. Dios basa Su juicio en lo que la gente hace o deja de hacer, dice o no dice, y piensa o no piensa. De esa manera, Él es justo. Aquellos que sean arrojados al infierno solo recibirán el castigo que merecen.

Verás, el infierno es lo que sucede cuando la ira de Dios finalmente se derrama y consume la maldad. La única esperanza es estar en Cristo cuando eso suceda. Cualquiera que acepte el sacrificio de Jesús como pago por sus pecados, y que reciba la justicia de Jesús no será consumido, porque Él ha tomado sobre sí mismo el castigo por su pecado. La elección es sencilla, pero también es la decisión más importante que cualquier persona tomará.

Pasa algún tiempo hoy agradeciendo a Dios por Su regalo de salvación. Ora por la oportunidad de responder preguntas, o compartir tu experiencia con cualquiera que no haya elegido seguir a Jesús. Cada uno de nosotros ha estado en la posición, y podemos sentirnos alentados por lo agradecidos que estamos de haber aprendido acerca de Jesús.