Lo que dice el PadreEjemplo
Estoy complacido contigo
El Padre dice: “Hijo, hija; ¡Tú eres mi alegría! No es tu hacer lo que me complace, es tu ser. No hay necesidad de esforzarse en mi amor. Simplemente ven y permanece conmigo y en mí.
Ríndete a mi amor que todo lo consume. Entrega tus cargas y descansa en mi complacencia, porque yo estoy complacido contigo”.
El difunto Billy Graham dijo una vez: “Aunque tengo mucho que agradecer al mirar hacia atrás en mi vida, también tengo muchos arrepentimientos. Por un lado, hablaría menos y estudiaría más, y pasaría más tiempo con mi familia. También pasaría más tiempo en el cuidado espiritual, buscando acercarme más a Dios para poder ser más como Cristo”.
Millones de personas fueron tocadas por el ministerio de Billy Graham, pero al final de su vida, deseaba pasar menos tiempo hablando, más tiempo con su familia y más tiempo buscando al Señor.
La tendencia del hombre es quedar atrapado en el torbellino de hacer, hacer, hacer. Nuestra cultura de ritmo acelerado hace todo lo posible por atraernos hacia el afán y la distracción. Sin embargo, la postura de nuestros corazones como hijos en los brazos de nuestro Padre debe ser descansar, descansar, descansar. La revelación de la complacencia del Abba Padre en nosotros rompe con el esfuerzo propio y nos guía fuera del esfuerzo hacia la sencillez.
La complacencia de Dios nunca nos llevará a estar ocupados, sino que siempre nos invitará a su cercanía. A. W. Tozer una vez dijo: “Un hombre que crece en amistad con Dios, encuentra que su vida es cada vez más sencilla”. Hay una atención que proviene de su profundidad hacia la nuestra, una llamada a la sencillez del gozo, la comunión y la adoración. La vida de un amante de Jesús no consiste en esforzarse por recibir su complacencia, sino en permanecer en su complacencia. Porque el Padre dice: "Yo estoy complacido contigo."
Escrituras
Acerca de este Plan
Más numerosos que la arena del mar, son los pensamientos de amor del Padre hacia ti. ¡Tú eres su hijo amado, y Él está contento contigo. Este devocional es una invitación para que encuentres la naturaleza perfecta maravillosa de tu Padre celestial. En su amor no hay lucha ni temor, porque estás en la palma de su mano.
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