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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="chapter ch26" data-usfm="MAT.26.36+MAT.26.37+MAT.26.38+MAT.26.39+MAT.26.40+MAT.26.41+MAT.26.42+MAT.26.43+MAT.26.44+MAT.26.45+MAT.26.46+MAT.26.47+MAT.26.48+MAT.26.49+MAT.26.50+MAT.26.51+MAT.26.52+MAT.26.53+MAT.26.54+MAT.26.55+MAT.26.56+MAT.26.57+MAT.26.58+MAT.26.59+MAT.26.60+MAT.26.61+MAT.26.62+MAT.26.63+MAT.26.64+MAT.26.65+MAT.26.66+MAT.26.67+MAT.26.68+MAT.26.69+MAT.26.70+MAT.26.71+MAT.26.72+MAT.26.73+MAT.26.74+MAT.26.75">
 <div class="p">36Entonces lleg&#243; Jes&#250;s con ellos a un lugar que se llama Getseman&#237;, y dijo a sus disc&#237;pulos: Sentaos aqu&#237;, entre tanto que voy all&#237; y oro. 37Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenz&#243; a entristecerse y a angustiarse en gran manera. 38Entonces Jes&#250;s les dijo: Mi alma est&#225; muy triste, hasta la muerte; quedaos aqu&#237;, y velad conmigo. 39Yendo un poco adelante, se postr&#243; sobre su rostro, orando y diciendo: Padre m&#237;o, si es posible, pase de m&#237; esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como t&#250;. 40Vino luego a sus disc&#237;pulos, y los hall&#243; durmiendo, y dijo a Pedro: &#191;As&#237; que no hab&#233;is podido velar conmigo una hora? 41Velad y orad, para que no entr&#233;is en tentaci&#243;n; el esp&#237;ritu a la verdad est&#225; dispuesto, pero la carne es d&#233;bil. 42Otra vez fue, y or&#243; por segunda vez, diciendo: Padre m&#237;o, si no puede pasar de m&#237; esta copa sin que yo la beba, h&#225;gase tu voluntad. 43Vino otra vez y los hall&#243; durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sue&#241;o. 44Y dej&#225;ndolos, se fue de nuevo, y or&#243; por tercera vez, diciendo las mismas palabras. 45Entonces vino a sus disc&#237;pulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aqu&#237; ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. 46Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.</div><div class="s">Arresto de Jes&#250;s</div><div class="r">(Mr. 14.43-50; Lc. 22.47-53; Jn. 18.2-11)</div><div class="p"> 47Mientras todav&#237;a hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con &#233;l mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. 48Y el que le entregaba les hab&#237;a dado se&#241;al, diciendo: Al que yo besare, ese es; prendedle. 49Y en seguida se acerc&#243; a Jes&#250;s y dijo: &#161;Salve, Maestro! Y le bes&#243;. 50Y Jes&#250;s le dijo: Amigo, &#191;a qu&#233; vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jes&#250;s, y le prendieron. 51Pero uno de los que estaban con Jes&#250;s, extendiendo la mano, sac&#243; su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quit&#243; la oreja. 52Entonces Jes&#250;s le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecer&#225;n. 53&#191;Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que &#233;l no me dar&#237;a m&#225;s de doce legiones de &#225;ngeles? 54&#191;Pero c&#243;mo entonces se cumplir&#237;an las Escrituras, de que es necesario que as&#237; se haga? 55En aquella hora dijo Jes&#250;s a la gente: &#191;Como contra un ladr&#243;n hab&#233;is salido con espadas y con palos para prenderme? Cada d&#237;a me sentaba con vosotros ense&#241;ando en el templo,#Lc. 19.47; 21.37. y no me prendisteis. 56Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los disc&#237;pulos, dej&#225;ndole, huyeron.</div><div class="s">Jes&#250;s ante el concilio</div><div class="r">(Mr. 14.53-65; Lc. 22.54,63-71; Jn. 18.12-14,19-24)</div><div class="p"> 57Los que prendieron a Jes&#250;s le llevaron al sumo sacerdote Caif&#225;s, adonde estaban reunidos los escribas y los ancianos. 58Mas Pedro le segu&#237;a de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, se sent&#243; con los alguaciles, para ver el fin. 59Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jes&#250;s, para entregarle a la muerte, 60y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos, 61que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres d&#237;as reedificarlo.#Jn. 2.19. 62Y levant&#225;ndose el sumo sacerdote, le dijo: &#191;No respondes nada? &#191;Qu&#233; testifican estos contra ti? 63Mas Jes&#250;s callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres t&#250; el Cristo, el Hijo de Dios. 64Jes&#250;s le dijo: T&#250; lo has dicho; y adem&#225;s os digo, que desde ahora ver&#233;is al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.#Dn. 7.13. 65Entonces el sumo sacerdote rasg&#243; sus vestiduras, diciendo: &#161;Ha blasfemado! &#191;Qu&#233; m&#225;s necesidad tenemos de testigos? He aqu&#237;, ahora mismo hab&#233;is o&#237;do su blasfemia. 66&#191;Qu&#233; os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: &#161;Es reo de muerte!#Lv. 24.16. 67Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de pu&#241;etazos, y otros le abofeteaban,#Is. 50.6. 68diciendo: Profet&#237;zanos, Cristo, qui&#233;n es el que te golpe&#243;.</div><div class="s">Pedro niega a Jes&#250;s</div><div class="r">(Mr. 14.66-72; Lc. 22.55-62; Jn. 18.15-18,25-27)</div><div class="p"> 69Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acerc&#243; una criada, diciendo: T&#250; tambi&#233;n estabas con Jes&#250;s el galileo. 70Mas &#233;l neg&#243; delante de todos, diciendo: No s&#233; lo que dices. 71Saliendo &#233;l a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban all&#237;: Tambi&#233;n este estaba con Jes&#250;s el nazareno. 72Pero &#233;l neg&#243; otra vez con juramento: No conozco al hombre. 73Un poco despu&#233;s, acerc&#225;ndose los que por all&#237; estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente tambi&#233;n t&#250; eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre. 74Entonces &#233;l comenz&#243; a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cant&#243; el gallo. 75Entonces Pedro se acord&#243; de las palabras de Jes&#250;s, que le hab&#237;a dicho: Antes que cante el gallo, me negar&#225;s tres veces. Y saliendo fuera, llor&#243; amargamente.</div>
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