¡Avanza, aún hay experiencias por vivir!Muestra

 Sigamos caminando con perseverancia hacia nuestra meta. Piensa por un instante en las muchas personas que siguen dedicadas a sus trabajos, causas, familias y amigos, aun a pesar de no estar bien retribuidos, no poder ver resultados claros, no ser tenidos en cuenta o no recibir ningún estímulo. Piensa en el obrero que, semana a semana, mes tras mes, avanza convencido de que el amor y el poder de Dios le acompañan, fortalecen y alientan en medio de su jornada diaria.

Piensa en la madre cabeza de familia que, al regresar a casa, luego de una intensa jornada de trabajo, aún saca fuerzas extras para ayudar a sus hijos a hacer las tareas del colegio y prepara los alimentos para el día siguiente, convencida de que Dios le dará la sabiduría y fuerza necesaria para enfrentar los desafíos del día siguiente.

Lo sé, yo he estado ahí, lo más probable es que hayas hecho lo que tenías que hacer queriendo agradar a Dios y vivir para sus propósitos; pero fuiste el foco de las injusticias de otros, no fuiste tú quién frustró la voluntad de Dios, otros lo hicieron. Al final puede que no entiendas por qué las cosas salieron mal, pero, de algo estoy seguro, todas las cosas que has vivido hasta el momento, han hecho de ti una mejor persona, tu corazón ha sido transformado, has descubierto en medio de la crisis, qué tipo de persona Dios te pide ser y aun has encontrado suficiente valor para lograrlo.