Escuchando desde el cielo: Prestando atención al Señor en la vida diariaMuestra

“Yo Soy me ha enviado a ti."

Cuando era niño, me encantaba escuchar las historias de Dios liberando a los israelitas de Egipto. Me identifiqué con estas historias. Vivir en la pobreza extrema parecía vivir como un esclavo en Egipto.

Crecer en los barrios marginales de Nairobi, Kenia, te hará clamar al Señor. Te hará pedirle que te libere de la pobreza pofrunda de la que tu familia parece no poder escapar. Saber que Dios escucharía mi clamor por ayuda me reconfortó, Él vendría a ayudar. Como el salmista, pude clamar, "¿De dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.”

La historia del Éxodo demostró que Dios escuchó el clamor constante de su pueblo por ayuda y buscó como liberarlos para su reino. Y Él también te ve.

Además, Dios levantó a un hombre para sacar a su pueblo de la esclavitud. Dios le aseguró a Moisés que estaría con él: “Yo Soy me ha enviado a ti.” Moisés necesitaba escuchar y saber quién lo estaba llamando. Como creyentes, necesitamos recordar quién nos llamó a la vida que vivimos. Jesús, el Yo Soy, está con nosotros. Él es quien nos guía y nos capacita para realizar la obra que nos ha llamado hacer.

El Señor vio sufrir a los Israelitas en Egipto y acudió a su rescate.

¿Estás esperando a Dios? ¿Te ha parecido una eternidad? Esperemos pacientemente a Dios en la pobreza, la enfermedad, la riqueza y en todas las demás situaciones porque sabemos que Él escucha nuestras oraciones y ve las circunstancias que enfrentamos.