¿Cómo ser el mejor amigo de Dios?Muestra

El Dios Proveedor (Jehova Jireh)

Abraham, durante más de veinte años, se aferró a la promesa de que Dios le daría descendencia. Creyendo en esperanza contra esperanza, un día vio el milagro hecho realidad, había nacido Isaac. Todo cambió desde aquel día: Abraham sabía que por medio de él serían benditas todas las familias de la tierra. Pero un día, Dios lo llevó a tomar la decisión más difícil de su vida: ofrendar en sacrificio a su único hijo.

Dios prueba la mente y el corazón del hombre y la mejor manera de conocer el grado de compromiso de una persona es a través de la ofrenda. Lo loable en la vida de Abraham fue la madurez con que asumió esa difícil responsabilidad y, sin pensarlo dos veces, emprendió camino hacia el monte Moriah, a tres días de distancia.

Aunque era un tiempo prudencial para que Abraham se retractara de su decisión, él no lo hizo, mantuvo firme su voluntad en obedecer todo lo que Dios le pedía, sin argumentar contra Él. “Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros” (Génesis 22:5). La confianza que él tenía en Dios era tan grande que en ningún momento dudó de Él, por eso pudo decir “… volveremos a vosotros”.

Declare conmigo: “Al dar la ofrenda que agrada a Dios, Él me bendice multiplicando mi descendencia como las estrellas del cielo y la arena del mar”.

*Tomado de las Declaraciones de Poder del Pastor Cesar Castellanos.

Ver la declaración de hoy en  https://cesarcastellanos.tv/