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Oraciones PeligrosasMuestra

Dangerous Prayers

DÍA 6 DE 7

Envíame a mí

Como pastor por varias décadas, he visto de primera mano las peticiones de oración más íntimas de miles de personas. Cada semana, cientos de peticiones llenan la iglesia, desde tarjetas de oración en los servicios dominicales hasta llamadas por teléfono durante la semana. Así que no te debes sorprender al saber que la frase más común que se escucha cada semana es una que me deleito en cumplir: "Pastor, podría orar por...?"

Yo considero esto un privilegio, un honor, y una responsabilidad el pausar y elevar una petición al trono de Dios, pidiendo misericordia, guía y provisión. Cada semana alguien pide que Dios sane a un ser amado de cancer, que ayude a un vecino a encontrar trabajo, o restaure un matrimonio herido. Estudiantes piden oración para entrar a la universidad de su elección, por ayuda par pagar el semestre, o para manejar el dolor del divorcio de sus padres. Algunos oran por un esposo o esposa. Otros piden ayuda para perdonar a una persona que los lastimó. 

Aunque las peticiones pueden variar, las personas piden a Dios que haga algo por ellas o por alguien que aman. Dios, ayúdame. Dios, ayuda a alguien que amo. Señor, yo necesito.....Padre, podrías por favor....? 

Dios, has algo por  

Por favor, escúchame...definitivamente deberíamos orar así. Siempre debemos invitar la presencia de Dios, Su poder, la paz de Dios y que intervenga en nuestras vidas. Debemos pedir a Dios que haga milagros para nosotros. Debemos entregar nuestros seres queridos y recordar como Dios puede moverse en sus vidas. Debemos buscar al Señor en cada una de nuestras necesidades.

Pero no debemos detenernos allí.

¿Qué tal si en lugar de pedirle a Dios solo que haga algo por nosotros, oráramos oraciones peligrosas, abnegadas de disponibilidad para nuestro Padre celestial?

¿Qué tal si oráramos la oración más peligrosa de todas?

"Envíame a mí, Señor. Úsame."

Isaías oró tal oración de disponibilidad sin reservas en la presencia de Dios. El profeta del Antiguo Testamento relata su encuentro con el Santísimo cuando Dios preguntó, "¿A quién enviaré como mensajero a este pueblo? ¿Quién irá por nosotros?" (Isaías 6:8a) Y sin saber los detalles, sin saber cuándo o a dónde, Isaías oró esta impresionante oración, que cambia la vida: "—Aquí estoy yo —le dije—. Envíame a mí."(Isaías 6:8b).

Nota que Isaías no pidió ningún detalle. No pregunto a Dios, ¿adónde?, ¿cuándo?, ¿qué pasaría? Es por esto que esta oración se siente tan peligrosa. "Dios, envíame a mí. Úsame a mí. No necesito saber los beneficios. O si será fácil. O si lo voy a disfrutar. Debido a quien eres - mi Dios, mi Rey, mi Salvador- confío en ti. Porque eres soberano en el universo, rindo mi voluntad a ti, cada parte de mí. Toma mi mente, mis ojos, mi boca, mi oídos, mi corazón, mis manos, y mis pies y guíame hacia tu voluntad. Yo confiaré en ti. Dios, mi respuesta es sí. Ahora ¿cuál es la pregunta?"

Imagina si oráramos de esta manera. ¿Estas harto de oraciones seguras?¿Estas cansado de vivir por cosas que no importan? ¿Desprecias el cristianismo a medias y tibio? Entonces haz la oración peligrosa.

Aquí estoy, Señor.

Envíame a mí.

Día 5Día 7

Acerca de este Plan

Dangerous Prayers

¿Estás cansado de jugar a lo seguro con tu fe? ¿Estás listo para enfrentar tus miedos, construir tu fe y desarrollar tu potencial? Este Plan Bíblico de siete días basado en el libro del Pastor Craig Groeschel de Life.Church, Oraciones Peligrosas, te reta a orar peligrosamente, ya que seguir a Jesús, nunca significó que estés exento de peligro.

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Nos gustaría agradecer al Pastor Craig Groeschel y a Life.Church por proveer este Plan. Para más información, visitar https://www.craiggroeschel.com/