Vale La Pena RepetirloMuestra

 Piensa en la última vez que alguien hizo algo que te hirió. Se sintió muy mal, ¿no? Cuando alguien nos trata mal o nos causa dolor, lo último que queremos hacer es orar por ellos. ¿Vengarse? ¡Sí! ¿Ignorarlos? Probablemente. ¿Orar por ellos? Absolutamente no. Pero aquí, Jesús nos anima a orar por nuestros enemigos. ¿Por qué? Porque Él sabe que cuando lo hacemos, nuestros corazones cambian en el proceso. Empezamos a verlos a ellos y a la situación de una manera diferente. Y aunque no siempre se resuelva de la manera que queremos, cambiará nuestros corazones para mejor. Hoy tómate el tiempo para orar por alguien con quien hayas estado peleando y mira cómo Dios cambia tu corazón en el proceso.