¡Huyan de la idolatría!Muestra

El remedio para la idolatría

La batalla contra la idolatría nunca será ganada en esta vida. La buena noticia es que un día, no muy lejano, los ídolos que luchan por nuestro corazón desaparecerán por completo. Ese día seremos transformados a la imagen de Cristo. Mientras tanto podemos confiar en la gracia de Dios para agradarle y destruir la influencia que estos seudodioses tienen en nuestra vida. 

Dios conoce el corazón humano y examina las motivaciones de nuestras acciones y deseos. La razón por la que, día tras día levantamos ídolos es porque no hemos entendido, creído y aplicado todo el evangelio de Jesucristo a nuestras vidas. Todos conocemos un porcentaje distinto de este evangelio, pero no lo creemos todo. Solo podemos decir que creemos algo cuando lo aplicamos. 

El Dr. Rice Broocks escribió en su libro Dios no está muerto: «El Evangelio es la buena noticia de que Dios se hizo hombre en Jesucristo. Él vivió una vida que nosotros debimos haber vivido (guardando perfectamente la ley moral); luego sufrió la muerte que nosotros debimos haber padecido (por haber quebrantado la ley). Tres días después se levantó de la muerte comprobando que él es el Hijo de Dios y ofreciendo el regalo de la salvación a todo aquel que se arrepienta y crea en el evangelio».

Hay una diferencia entre una buena noticia y un buen consejo. Imagínate que estás en una guerra y alguien te dice que, por tu bien, debes respetar el toque de queda y buscar un refugio seguro. Este es un buen consejo. Ahora imagínate que otra persona te dice que, el toque de queda terminó porque tu país ha ganado la guerra. Esta es una buena noticia. 

La buena noticia suena mejor cuando conocemos la mala noticia. El ser humano y Dios están separados y no hay ninguna posibilidad de reconciliación aparte de la muerte expiatoria de Jesucristo (porque la paga del pecado es la muerte).

El Evangelio es la buena noticia de que Dios se hizo hombre en Jesucristo y vivió entre nosotros. No esperó que encontráramos la forma de acercarnos a él, sino que se acercó a nosotros. Dios bajó hacia nosotros. Su vida sin mancha ni pecado fue el sacrificio perfecto para reconciliarnos con el Padre. El Rey del universo vino a rescatarnos.

Jesús murió crucificado y tres días después resucitó. Este acontecimiento confirmó su identidad como Hijo de Dios y comprobó su autoridad sobre la muerte. La resurrección de Jesús es el fundamento del Evangelio. 

El Evangelio confirma que estamos totalmente perdidos y al mismo tiempo, completamente a salvo de la ira de Dios porque Jesucristo pagó por nuestros pecados y culpas en la cruz. Cuando vemos la magnitud de nuestra deuda y la grandeza de la provisión divina nos llenamos de humildad y tememos a Dios por su majestuosa gloria. También nos llenamos de confianza y agradecimiento por su incomparable amor y misericordia.

Permíteme preguntar

¿Qué significa para ti que estemos totalmente perdidos y al mismo tiempo, completamente a salvo de la ira de Dios? ¿De qué manera puedes aplicar el evangelio a tu vida?

Este devocional se basó en el libro El Señor de todo, escrito por Mario J. Jiménez, si deseas descargar el libro y profundizar en el contenido, puedes visitar el sitio web del autor: Clic aquí