Manual de CitasMuestra

La mayoría de ustedes ha oído hablar de la regla de oro: Trata a los demás de la manera en que quieres ser tratado. Pero aquí, Paul dice que no solo debemos amar a los demás; deberíamos honrarlos. Honrar a alguien significa tratarlo con respeto y dignidad. En otras palabras, es elegir verlos como Dios los ve, como una persona hecha a su imagen. Todos llevan la imagen de Dios en ellos, lo que hace que todos merezcan honor. 

Eso no significa que sea fácil, pero sí significa que tenemos la responsabilidad de intentarlo. Cuando vemos a las personas como Dios las ve, es más probable que las tratemos como Dios las trata, con amor, compasión y honor. ¡Imagina cómo sería el mundo si todos siguiéramos las instrucciones de Pablo y realmente intentáramos honrarnos unos a otros por encima de nosotros mismos! 

¿Qué te parece si esta semana lo intentas? ¿A quién puedes honrar en tu vida? Sé intencional a la hora de buscar y poner a esa persona delante tuyo esta semana.