Cuatro formas de adorar en esta navidadMuestra

Aquí tenemos a otro de esos personajes sencillos y humildes de corazón que si no fuera por la pluma de Lucas pasaría desapercibido. Simeón es descrito como un creyente  justo, piadoso, y expectante. Estas tres características hicieron de Él un hombre de Fe.

Fe que lo llevó a ver lo que otros no veían y a declarar lo que otros no entendían. En donde todos vieron a un simple bebé judío presentado en el Templo, el contempló al Salvador del mundo, incluyendo a los gentiles. Dice el texto que hasta María y José quedaron asombrados de su declaración. 

La historia de Simeón nos invita hoy a ser hombres y mujeres de Fe. A ser cristianos que ven las cosas más allá de lo natural, a ser sensibles al Espíritu Santo, y a declarar la Palabra de Dios, valiéndonos  de sus promesas.

La Biblia nos impulsa a seguir el ejemplo de Simeón a  procurar ser justos, piadosos, y expectantes. Ser justo no significa ser perfecto sino  ser convertido, nacido de nuevo, ser hijo de Dios. Este es el primer paso para crecer en la fe; conocer  a Dios. 

Luego ser piadoso; esto es practicar las disciplinas espirituales propias de un cristiano. Leer y estudiar la Biblia, orar y ayunar, congregarse, servir, evangelizar; todas estas prácticas piadosas incrementarán nuestra vida de fe notablemente. 

Y por último ser expectantes, esto es fundamental, Jesús en varias oportunidades preguntó "¿que quieres que te haga?" cuando la necesidad estaba a plena vista, pero lo que quería saber Jesús era si la persona todavía tenía expectativas de que eso podía cambiar o no.

Que tal si, a la luz de la Palabra, tomamos unos minutos para reflexionar sobre  cómo está nuestra  relación con Cristo, revisar con cuenta devoción estamos practicando  las disciplinas espirituales, y comprobar cómo están nuestras expectativas sobre el obrar de Dios en nuestras realidades. ¡Hagamos  los cambios necesarios   y mantengámonos  expectantes a  lo que Dios puede hacer!